Nacho Cano: «Hay gente que saca dinero del conflicto» - Alfa y Omega

Nacho Cano: «Hay gente que saca dinero del conflicto»

En el musical Malinche, estrenado hace unas semanas en Madrid, el exintegrante de Mecano reivindica el legado español en América y quiere mostrar que «el amor triunfará»

Rodrigo Pinedo
El compositor durante uno de los ensayos de su última obra. Foto: Miguel Ángel Fernández.

¿Cuál fue su primer contacto con Hernán Cortés y Malinche?
Mi primer contacto fue de pequeñín, por las historias que me contaba mi padre de Hernán Cortés y de otros conquistadores. Cortés nació en Medellín y mi padre en Villanueva de la Serena, que está a 30 kilómetros. Ahí quedó la historia y, cuando fui en 2010 a Miami, empecé a darle vueltas a los españoles que llegaban allí y al mestizaje…

Ha tardado doce años en sacar adelante el musical. En esta empresa, ¿se sintió como un descubridor?
Un poco. No se ha hecho un esfuerzo por contar cosas que están mal contadas ni un esfuerzo por unir; hay gente que saca dinero del conflicto, de la separación, de tirar piedras sobre lo que se hizo. Conozco muy bien México y España y mi ánimo es dar una visión constructiva… Cuando empecé a meterme en la historia vi que realmente era muy grande. Es una historia de superación y creo que, por ejemplo, la Iglesia tampoco ha dado la importancia que tuvo a Malinche como propagadora del cristianismo. Lo primero que hizo fue bautizar a su madre y a su hermano, Marta y Lázaro. Con el cristianismo pasó de ser esclava a ser señora. Vivió esa transformación y la quería para todo el mundo. La Iglesia debería estudiarlo igual que canonizó a san Juan Diego, que vio a la Virgen en el cerro del Tepeyac.

¿Nunca quiso tirar la toalla?
Un proyecto muy largo necesita un flujo de dinero constante, y, claro, en el tiempo no es fácil mantener la emoción… Pero me ha sido relativamente fácil. Me siento orgulloso de haber hecho un musical que van a entender en todo el mundo y con nuestro sello.

¿Cómo surgió ensayar en la parroquia madrileña de San Juan de la Cruz?
No quería un espacio habitual de ensayo, donde todo el mundo está metiendo las narices. No solo tenía que ensayar, sino que tenía que construir el conjunto: tenía las letras y el guion, pero había que ver las coreografías, etc. Pensé en las iglesias y llamé a Toño [Casado]. Me sugirió preguntar por San Juan de la Cruz… ¡que encima es donde fui bautizado y fue mi iglesia hasta que me independicé con 17 años! Tengo una conexión muy fuerte con ese Cristo. Hablé con Gabriel, el párroco, y allí nos hemos tirado año y pico todos los días.

¿Ha sido buen casero?
Sí… Ha sido fantástico construir el musical en ese ambiente, con ese Cristo que ha significado tanto en mi vida. Además, creo que nunca se ha visto en un espectáculo de masas lo importante que fue la Iglesia en la construcción de América, que es el continente que manda en el mundo. Los americanos han inventado el iPhone [como el que señala en la mesa] o la Coca Cola, ganaron la II Guerra Mundial, fueron a la Luna … Aquí reivindicamos el papel que juega la Iglesia en América con el Bautismo, con la educación, con los hospitales. ¡El hospital más antiguo de América es el Hospital de Jesús, fundado por Cortés en México-Tenochtitlan en torno a 1520!

Los españoles se encuentran con una amalgama de conflictos. Los aztecas son entre 200.000 y 280.000 habitantes, solo el 2 % de la población, y tienen a todos los demás controlados. Cuando Cortés se da cuenta de la cantidad de enemigos que tiene Moctezuma, los pone de acuerdo. Luego se ha tergiversado, pero los primeros cronistas, casi todos curas, describieron muy bien lo que estaba pasando allí.

Tienes una comparativa muy fácil: de México para abajo, todos mezclados; de México para arriba, todos muertos. Tú no encuentras una mezcla de un siux con un inglés o de un francés con un apache… Somos un país que, en vez de estar orgulloso de nuestra historia y de lo que hemos hecho, estamos sacando todo el rato punta a lo malo. Juzgamos con una gran arrogancia a unos tíos de hace 500 años ahora que es todo un desastre. Y, además, los ingleses, los alemanes y los franceses se han encargado siempre de alimentar una leyenda negra. Somos envidiosos y estamos desunidos, aunque luego haya mucho talento, como vemos todos los días.

En el musical incide en que se trata de tú a tú a los pueblos por el Bautismo…
Para empezar, nos hemos mezclado. Eso es más que tratarlos de tú a tú, es que unimos nuestra sangre. ¡A los que más les gusta el musical es a los mexicanos!

¿Qué tal las primeras reacciones?
Buenas, aunque los primeros días siempre hay cosas que chirrían a unos y a otros. Eso pasa y lo que queda es un mensaje de amor, de amistad…

El papel del sacerdote ha levantado alguna crítica también…
Obviamente, ¡si los cristianos entre ellos están peleados! Si te pones a buscarle tres pies al gato, los vas a encontrar, pero el mensaje es evidente, tanto en el Bautismo como en la canción del náufrago. Se ve a la Iglesia como algo positivo. Desde el principio hasta el final del musical el mensaje es que, al final, el amor triunfará.

¿Tiene esa certeza?
Hombre, claro. Hay una frase muy buena en los Vedas, de la India, que dice que están el bien y el mal, pero que, por encima del mal y del bien, está el bien. El mundo es una mezcla de bien y mal, de noche y de día, una lucha de opuestos, pero yo creo que detrás siempre está el bien. Eso sí, a veces tienes que sacar la espada porque el malo es muy malo.

Con los curas

En homenaje a las víctimas de la COVID-19, el 31 de diciembre de 2020 en Sol, Cano cantó Un año más. Llevaba la cruz de un capellán de IFEMA y mostró imágenes de sacerdotes. «La gente estaba asustadísima. Estaban los médicos y los bomberos, claro, pero también estaban los curas, dando la unción de los enfermos, jugándose la vida. Había que decirlo».