14 de diciembre: san Juan de la Cruz, estando preso era libre - Alfa y Omega

14 de diciembre: san Juan de la Cruz, estando preso era libre

El 14 de diciembre la Iglesia recuerda al carmelita san Juan de la Cruz, quien «optó por cantar y amar» en medio de las penalidades. El doctor de la Iglesia murió enfermo y solo

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Grabado de Demarteau en la casa de Santa Teresa, en Ávila
Grabado de Demarteau en la casa de Santa Teresa, en Ávila. Foto: José Antonio Méndez.

3 de diciembre de 1577. Toledo. Noche cerrada. Es conducido a la fuerza al convento de los carmelitas un fraile de nombre Juan de la Cruz. Lleva los ojos vendados y le esperan ocho meses que serán para él la muerte y la vida. Allí, en una celda de 2,70 por 1,60 metros, sin ventana, con dos mantas viejas y un banco por todo mobiliario, a pan y agua dos veces al día, ayuno obligatorio tres veces por semana, azotado regularmente hasta abrirse la carne de la espalda, nació el mayor poema de amor de todos los tiempos: el Cántico espiritual.

«En la noche del desprecio, de la injusticia, y del olvido de muchos, san Juan de la Cruz comprobó que Dios no está supeditado a nada. Su cuerpo estaba preso, pero él estaba lleno del Espíritu», afirma Inmaculada Moreno, doctora en Teología Espiritual y experta en el místico carmelita. «En la noche de la fe pudo haberse encerrado en el rencor o haberse perdido en mil vacilaciones, pero su alma no estaba amurallada como la ciudad de Toledo. Estando preso era libre, y por ello optó por cantar y por amar», añade.

Varón de dolores a imagen de su Señor, Juan de Yepes nació en 1542 en Fontiveros (Ávila) en medio de una gran pobreza. Huérfano de padre muy pronto, vivió de la beneficencia durante su infancia, pero pudo recibir la formación de los jesuitas de Medina del Campo.

Al acabar sus estudios, decidió irse con los carmelitas de Medina. Apenas 100 años antes, la regla de los carmelitas había sido mitigada por el Papa Eugenio IV, levantando el ayuno riguroso y la observancia del silencio, pero cuando entró en el convento, el nuevo fraile solicitó permiso para vivir la regla de los primeros eremitas del Monte Carmelo.

En 1564 comenzó a estudiar en la Universidad de Salamanca y tres años después fue ordenado sacerdote. En su búsqueda de silencio e intimidad con Dios se planteó incluso la entrada en la Cartuja, pero en ese otoño tuvo lugar un encuentro decisivo con santa Teresa de Jesús, que le convenció para ayudarla en la reforma de la orden carmelita.

Fray Juan siguió sus pasos y el 28 de noviembre de 1568 fundó el primer convento masculino carmelita según la regla primitiva, cambiando su nombre por el de Juan de la Cruz. Lo que siguió fueron diez años de sufrimientos por las resistencias de los carmelitas calzados a la división de la orden.

En este contexto se sitúa el episodio de su encarcelamiento en Toledo. Ocho meses después logró escapar para retomar el empuje en la reforma del Carmelo. Sin embargo, sus últimos años estuvieron marcados por la incomprensión de los suyos, que le llegaron a mandar como un simple fraile a un convento remoto, alejándole de cualquier responsabilidad de la nueva rama carmelitana.

Finalmente, enfermo y abandonado por todos, el 14 de diciembre de 1591 murió en Úbeda aquel que un día pidió al Señor «padecer y ser despreciado por Vos». Un testigo de su muerte escribió que «quedó su rostro muy sereno, hermoso y alegre que parecía estaba durmiendo, causando gozo y alegría».

El de san Juan de la Cruz es el testimonio de que «todo es vanidad en comparación con Dios», afirma Inmaculada Moreno, que alude al símbolo de la noche oscura acuñado por el santo para indicar cómo «él nos invita a vivir los desaires como una purificación de todas las cosas, como un modo que tiene el Señor para acercarnos más a Él».

Moreno menciona aquí la principal vivencia del santo, «la unión con el Amado, un matrimonio espiritual para unirte a Dios en cualquier circunstancia, en la alegría del Cantar de los cantares». Y así, tal como lo experimentó el santo, «vaciarte de todo para que Dios sea tu todo, y abandonarte solo en Él».

Bio
  • 1542: Nace en Fontiveros (Ávila)
  • 1563: Entra en el carmelo de Medina del Campo
  • 1567: Se encuentra con santa Teresa de Jesús
  • 1577: Le hacen preso en Toledo
  • 1591: Muere en Úbeda (Jaén)
  • 1756: Es canonizado por Benedicto XIII
  • 1926: Pío XI lo proclama doctor de la Iglesia