Cardenal Osoro: «La universidad solo se entiende desde la Iglesia»
El arzobispo de Madrid bendice la primera piedra de la nueva capilla de la UFV, un lugar para «llenar de sentido» la vida de los universitarios
«La universidad solo se entiende desde la Iglesia», porque nació de ella. Lo ha asegurado el arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro, durante el acto de bendición de la primera piedra de la nueva capilla de la Universidad Francisco de Vitoria (UFV). Al acto han asistido un nutrido grupo de personal y docentes de la universidad. «Es bonito escuchar a los profesores, siempre se aprende, pero es inmensamente más rico escuchar a Dios», ha afirmado el purpurado.
En la capilla, «muchos escucharán aquella misma expresión que Jesús le dijo a Zaqueo: “Date prisa y baja”», para «llenar de sentido sus vidas». «De los servicios más grandes que puede hacer la universidad es que el ser humano se encuentre consigo mismo», y la perfección de esto, ha continuado, es encontrarse con Dios.
El arzobispo ha estado acompañado por, entre otros, el rector de la UFV, Daniel Sada, quien ha expresado el deseo de que los alumnos encuentren en la capilla «un sitio significativo para sus vidas». Ha contado, además, que la nueva capilla de la UFV se empezó a pensar en 2013, después de que el sacerdote y artista esloveno Marko Ivan Rupnik, SJ, fuera investido doctor honoris causa. Le retaron para que definiera «los matices que tiene adorar a Dios en un campus» aunque, en el fondo, «le estábamos invitando a que hiciera la capilla».
Así, este proyecto es la primera de las obras del sacerdote en la que él mismo se involucra en todo el proceso de creación. Se lleva a cabo siguiendo el proyecto arquitectónico del estudio HAGO, con los arquitectos Emilio Delgado y Felipe Samarán, profesores del Grado en Arquitectura de la UFV, en colaboración con el Centro Aletti (Roma) y la constructora Cabbsa.
Dos tiendas y las siete columnas de la sabiduría
En el terreno sobre el que ya se han empezado los trabajos se ha enterrado la conocida como cápsula del tiempo, una urna en la que había incluidas, entre otras cosas, el periódico del día, un crucifijo y un rosario de Tierra Santa, un documento misión de la UFV y los dos textos bíblicos que han inspirado el proyecto: el capítulo 9 de la carta a los hebreos, en la que se habla de la tienda de los fieles y la tienda de Dios en medio de los hombres; y Proverbios 9, que se refiere a las siete columnas de la sabiduría.
Estas fueron, explica Felipe Samarán, las dos intuiciones sobre las que Rupnik diseñó el espacio religioso. El estudio arquitectónico hizo aterrizar esos diseños a la realidad de la normativa y de las necesidades del campus: la universidad quería una capilla pero también un centro de formación en la fe integrado en el mismo edificio.
Esto hizo que se sorteara de una forma original la exigencia de Rupnik de que el templo tocara tierra, un signo de la unión con el cielo. «Como el centro está en la planta sótano, se conectará el altar con la tierra mediante una columna de barro» que estará situada en la vertical de la cápsula del tiempo.
La fundamentación teológica y simbólica del templo tendrá entre sus signos más visibles los mosaicos, que ocuparán una superficie de 800 metros cuadrados. Estarán en el interior, pero también recubriendo las paredes exteriores. «Esto es muy singular —continúa Samarán—; tenía que ser una capilla que cumpliera una función de llamada, es decir, preparada para los que creen pero también para los que no se hayan asomado a Dios».
La temática de las imágenes aún no está definida, aunque el arquitecto considera que quizá podrían referirse a las parábolas del Reino teniendo en cuenta que la universidad pertenece al movimiento Regnum Christi. En ellos sobresaldrán, en opinión del arquitecto, esas dos actitudes marca del casa del artista: el encuentro y la mirada.
En cuanto al diseño estructural, «Rupnik quería que el templo fuera una narración fiel a lo que debe ser un templo». Por eso está orientado hacia Oriente, «por donde sale el sol, la luz de Cristo», y a él, como a la Iglesia, se accede a través del Bautismo y la Penitencia: a la entrada se sitúan dos capillas pequeñas, la penitencial y la bautismal. También habrá capilla del Santísimo y sacristía.
El edificio más alto del campus
En la forma exterior se perfilan esas dos tiendas a las que alude la lectura de los hebreos. La de Dios en medio de los hombres, que es la que sobresale en forma de peineta sobre la cubierta, y que coincide con el presbiterio; allí está el altar, donde se hace presente Jesucristo en la Eucaristía. Y la de los fieles, que cubre el espacio de la asamblea y el coro.
En el edificio, de forma elíptica y 15 metros de alto (el de mayor altura del campus), se aprecian también siete contrafuertes, que son representación de esas siete columnas de la sabiduría. Así fue como «ayudamos a Rupnik a que estas dos lecturas cogieran forma».
La antigua capilla de la universidad tiene capacidad para poco más de 100 personas, lo que obligaba a realizar las grandes celebraciones en otros espacios del campus. El nuevo edificio, de 2.000 metros cuadrados en total, podrá acoger a 450 personas en el templo (300 en asamblea y 150 en el coro) y a más de 600 en el centro de formación. Este cuenta con salas de conferencias y catequesis con distintos aforos, y despachos para, por ejemplo, hablar con los sacerdotes.
Está previsto que el edificio se inaugure en la Navidad de 2023.