«Muchas familias no van a poder llenar la nevera»
La tasa de inflación, que se situó en agosto en el 10,4 % y afecta a bienes básicos como la energía y la alimentación, desborda a los más vulnerables. Cáritas recibe cada vez más peticiones de ayuda
Septiembre es la nueva cuesta de enero. A la vuelta al cole, que siempre supone un gasto extra para las familias, este año se le suma la galopante crisis de inflación que viven Europa en general y nuestro país en particular, donde es más intensa. Una situación que no solo está mermando el poder adquisitivo de todas las familias, también las más acomodadas, sino que deja en una situación crítica a las más vulnerables, aquellas que todavía no se habían recuperado de la pandemia o estaban empezando a hacerlo. Hoy, los bienes y servicios que consumimos son, según el último avance del Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondiente al mes de agosto, un 10,4 % más caros que el año pasado. Es una de las cifras más altas de las últimas décadas, solo superada por la del mes precedente, julio, en el que la tasa fue del 10,8 %. El incremento de precios tiene especial incidencia en partidas básicas para las familias, como la vivienda (23 %), donde se incluyen la electricidad y el gas, los alimentos y las bebidas no alcohólicas (13,5 %), el transporte (16,2 %) o el vestido y el calzado (5 %). El impacto también es considerable en hoteles, cafés y restaurantes (7,6 %) y ocio y cultura (3,7 %). Aunque el Gobierno prevé que la inflación se modere en los próximos meses, son muchas las voces que hablan de un otoño negro. Los precios, la contracción del consumo o la incertidumbre en el suministro del gas por la guerra en Ucrania marcarían este devenir.
En Cáritas Diocesana de Córdoba llevan notando el impacto del alza de precios desde hace varios meses, aunque con especial intensidad desde este verano. Agosto solía ser un mes tranquilo. En los años de pandemia, 2020 y 2021, ya no lo fue. Este 2022, tampoco. «Nos están llegando las demandas de ayuda amplificadas. Nos piden que incrementemos la cantidad de alimentos», explica Soledad Crespo, responsable de Acción Social de la entidad caritativa en Córdoba. En conversación con Alfa y Omega, reconoce que la subida de los precios de la energía está «golpeando con especial virulencia» a las personas que atienden. «Están llegando facturas sorprendentes, que multiplican por tres las anteriores. Una familia vulnerable, que depende de un salario bajo, de una prestación o que no tiene ingresos, no puede afrontar este gasto», explica. Esta situación hace que tengan que echar una mano en los demás gastos, como la compra o el alquiler. También están disponibles para hacer frente a imprevistos. «Hay familias que no pueden costear un nuevo frigorífico ante una avería. ¿Cómo no lo va a tener en Córdoba con el calor que hace? Es fundamental. Igual que un ventilador o el aire acondicionado. No es un lujo», recuerda. En estos momentos, se centran en atender todas las peticiones posibles teniendo en cuenta los recursos que tienen y, además, en denunciar la situación de estas personas para que se tomen las medidas necesarias para que puedan vivir con dignidad.
es la tasa de inflación interanual correspondiente al mes de agosto.
es el impacto de la subida de precios en alimentos y bebidas
Desde el Equipo de Estudios de Cáritas Española, Thomas Ubrich reconoce que las demandas están aumentando en toda España. Pone el ejemplo de Cáritas Diocesana de Barcelona, que ha referido un crecimiento del 8 % en la peticiones de ayuda y de un 14 % en la intensidad de las mismas. Por tanto, cada vez acuden más personas a Cáritas y lo hacen con más necesidades. «Estamos en niveles de inflación que nuestra economía no puede soportar y afectará a familias que vienen de estar al límite por la pandemia sin recibir una respuesta adecuada. Muchas no van a poder llenar la nevera por el encarecimiento de la energía y de los alimentos», explica.
En este contexto, la mentora de finanzas personales Amalia Guerrero señala que una crisis como la actual puede convertirse en una oportunidad para reforzar la educación financiera de las familias y así capear mejor esta crisis y las venideras. La autora de En casa las cuentas claras (Plataforma Editorial) explica que el mes de septiembre puede ser un buen momento para realizar un control del gasto, elaborar un presupuesto y reducir lo superfluo, así como para empezar a construir un colchón financiero que sirva para hacer frente a imprevistos. «No vale solo con quejarse de lo cara que está la luz. Hay que asumir una responsabilidad y aprender. La educación financiera mejora la vida de las personas», sentencia en conversación con este semanario.
El Papa Francisco recibió el pasado lunes al Consejo General de Cáritas Española con motivo del 75 aniversario de su fundación, un momento que aprovechó para recordar que no son los resultados o los objetivos programados los que deben impulsar a la institución, sino el encuentro con el más necesitado. «Nos mueve ponernos delante de esa persona que está rota, que no halla su lugar, acogerla, abrir para ella caminos de restauración, de modo que pueda encontrarse a sí misma». En la audiencia estuvieron presentes el cardenal Omella y el obispo responsable de Cáritas, Jesús Fernández.