«El reto es que renazca en los corazones la fe dormida»
El secretario del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, en la presentación del congreso:
Ante la nueva evangelización, urge un laicado comprometido. Éste es el punto de partida del Congreso Católicos y Vida Pública, que llega este año a su XIV edición, coincidiendo con el 50 aniversario del Concilio y la reciente apertura del Año de la fe, con el que el Papa quiere impulsar la nueva evangelización. «Reforzamos en esta nueva edición la romanidad que siempre ha caracterizado a la ACdP», decía, la pasada semana, durante la presentación del congreso, el director general de la Fundación Universitaria San Pablo CEU, don Raúl Mayoral. Tanto el Concilio como la nueva evangelización acentúan, además, «el protagonismo de los laicos», y en esto, históricamente, «en la ACdP, hemos sido pioneros», añadía.
Ese «nuevo compromiso social y político» al que están llamados hoy los laicos en la Iglesia, en el caso concreto de España, debe traducirse en «una respuesta cristiana a la crisis», decía el Director del Congreso, don Rafael Ortega, sin olvidar ámbitos como la familia o la libertad educativa, que siempre tienen un protagonismo destacado en los Congresos Católicos y Vida Pública. Pero más allá de cuestiones concretas, el momento presente en la Iglesia es, sobre todo, de «puesta a punto», añadía monseñor Fidel Herráez, obispo auxiliar de Madrid y consiliario nacional de la ACdP. Para ello, el Papa nos propone, como brújula, el Concilio Vaticano II y el catecismo de la Iglesia católica, que acaba de cumplir 20 años. «La tarea del anuncio requiere una auténtica renovación» de la propia fe, para que no degenere en una vacía rutina.
Como invitado, este año, para la presentación del congreso, estuvo monseñor José Octavio Ruiz Arenas, secretario del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización. El prelado colombiano presentó la nueva evangelización desde una perspectiva histórica, que nace en el Concilio, toma forma en el Sínodo de los Obispos que convoca Pablo VI sobre La evangelización en el mundo moderno, en 1974, y culmina en el presente Año de la fe. Uno de los puntos en los que se detuvo monseñor Ruiz Arenas fue en la célebre definición de Juan Pablo II, ante la Asamblea del CELAM, en Haití, cuando, en 1983, habló de una evangelización nueva en su ardor. Ese ardor, como el que describen los discípulos camino de Emaús, sólo puede proceder de un encuentro personal con el Resucitado que cambia la vida. El reto de la nueva evangelización —explicó— es que «renazca la fe en los corazones donde está dormida», en primer lugar, en los propios evangelizadores.