Hallan reliquias de san Juan, del anciano Simeón o de Simón el Zelote que se creían destruidas por el ISIS
Se han recuperado en la iglesia de santo Tomás de Mosul durante las tareas de reconstrucción del templo
Entre los restos de la maltrecha ciudad de Mosul todavía siguen emergiendo las señales de lo que fue la urbe antes del paso del Estado Islámico. Los yihadistas se cebaron especialmente con la población no musulmana y, en consecuencia, con sus lugares de culto. Uno de los que quedó irreconocible fue la iglesia siro-ortodoxa de Mar Toma que desde la liberación de Mosul está inmersa en un lento proceso de reconstrucción, aunque los extremistas no llegaron a derribarla por completo.
Esta misma semana se acaban de cumplir 8 años desde que en junio de 2014 una buena parte de los habitantes de Mosul tuvieran que huir casi con lo puesto ante la llegada de las huestes del Estado Islámico. Se estima que 150.000 personas abandonaron la ciudad la noche del 9 al 10 de junio, en su mayoría con destino al Kurdistán iraquí. Comenzaron entonces 3 años de auténtica pesadilla en los que los mosulíes que quedaron en la ciudad estuvieron sometidos al terrible yugo de los yihadistas. En 2016 comenzó la liberación de Mosul del ISIS, una operación en la que participó, junto a las fuerzas iraquíes, una coalición internacional. Esta batalla urbana, considerada una de las peores desde la II Guerra Mundial, duró 250 días y culminó el 10 de julio de 2017 dejando un reguero inmenso de muerte y destrucción.
La tareas de reconstrucción de la ciudad progresan sin prisa, pero sin pausa. Hace unos días, en la iglesia de Mar Toma que albergaba las reliquias de santo Tomás, el apóstol evangelizador de Oriente Medio, se encontraron varios relicarios que se creían perdidos además de varios manuscritos en siriaco y arameo, la lengua de Jesús. En 2014, la comunidad sirio-ortodoxa de Mosul consiguió rescatar las reliquias de santo Tomás y manuscritos de incalculable valor de la furia iconoclasta del ISIS, pero perdieron el rastro de las demás reliquias que acogía esta iglesia, la más antigua de la ciudad.
Según informa el portal Asianews, entre las reliquias ahora reencontradas había un recipiente de piedra con una inscripción relativa a san Teodoro, un soldado romano nacido en la Turquía del siglo III y decapitado por convertirse al cristianismo. También se hallaron otros cinco relicarios con las reliquias de san Simón el Zelote, apóstol del siglo I; otro con las reliquias de Mor Gabriel, obispo de Tur Abdin (593-668); un tercero con las reliquias de san Simeón, el anciano que recibió al niño Jesús en el Templo de Jerusalén; un cuarto con las reliquias de san Juan, (en arameo, Yohanan Shliha) apóstol de Cristo; y un último con las reliquias de san Gregorio Bar Hebraeus (1226-1286) primado de la Iglesia sirio-ortodoxa entre 1264 y 1286. El hallazgo fue comunicado por el arzobispo sirio-ortodoxo de Mosul, Mor Nicodemos Sharaf, al patriarca de la Iglesia sirio-ortodoxa, Mor Ignace Ephrem II.