Bajo sones de un folk inconfundible, la bruma espesa nos ahoga, los acantilados nos colocan al borde del precipicio y los caballos salvajes exhiben sus crines, a salvo de una rapa da bestas, esa popular fiesta de interés turístico internacional que tiene lugar durante el verano en distintos puntos de Galicia. Porque estamos en Galicia, no hay duda, en esta miniserie española, recién estrenada en Movistar Plus+, que lleva la factura de los creadores de la exitosa Hierro y que ha cambiado paisajes exteriores e interiores para construir otra historia de suspense en torno al asesinato de una influyente alcaldesa gallega. Rapa es un thriller en el que los lugares son personajes decisivos a la hora de entender a sus gentes y de encontrar al asesino. Es más un adentramiento en la profunda Galicia que en la Galicia profunda, que no solo suena despectivo, sino que no le hace del todo justicia a lo que se propone.
Tiene ecos de series ya vistas, como El desorden que dejas, y cuenta con el valor añadido de unos actores principales en estado de gracia: Javier Cámara, que da vida a un profesor de literatura, enfermo de ELA y obsesionado por ser esta vez protagonista de un caso que se parece mucho a los de las novelas que devora y enseña en el instituto, y Mónica López, la guardia civil que, en un principio, va a llevar el peso oficial de la investigación.
Por lo demás, Rapa, técnicamente está muy bien hecha, y se va deshaciendo en seis capítulos, de unos 50 minutos de duración cada uno, en un puzle clásico de bestias humanas, impulsos atávicos, pistas falsas y otras que no lo son tanto para jugar con el espectador y tenerlo atrapado al sofá.
Entretenimiento, sin más, para los amantes de un género quizás ya demasiado estereotipado y fácilmente reconocible.