COMECE critica que la Eurocámara utilice la libertad religiosa para apoyar el aborto
Este martes se ha votado una resolución sobre persecución religiosa que también condena que «se prohíban los derechos sexuales y reproductivos, incluido el aborto, en nombre de la religión»
El secretario general de COMECE, Manuel Barrios, ha criticado que el Parlamento Europeo aproveche una resolución sobre la libertad religiosa para denunciar la oposición de las religiones al aborto como una violación de los derechos humanos. Su comunicado responde a la votación, este martes, de una resolución sobre «persecución de minorías sobre la base de su creencia o religión».
En el texto aprobado, sin embargo, se aprovecha para afirmar que «agentes estatales y no estatales están prohibiendo la salud y los derechos sexuales y reproductivos, incluido el aborto, en nombre de la religión». En el mismo párrafo, se añade que «la violencia de género y la discriminación cimentadas en justificaciones religiosas persisten; que las mujeres y las personas LGBTIQ+ siguen experimentando discriminación y violencia infligidas en nombre de la religión».
Más adelante, se «condenan todos los actos o incitaciones a la violencia, la coacción y la discriminación contra las personas por motivos de género u orientación sexual, también por parte de líderes religiosos o por motivos religiosos o de creencias». A continuación, se «expresa su profunda preocupación por el uso indebido y la instrumentalización de las creencias», entre otras cosas para restringir «el acceso a servicios básicos, como la educación y la salud, incluidos los derechos sexuales y reproductivos» o para considerar delito el aborto «en todos los casos».
Mujeres invisibilizadas
Barrios ve en esta formulación un «intento de minar el derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión y el derecho a la vida por medio de interpretaciones abusivas que restringen indebidamente su alcance legítimo o los someten» a otros «supuestos derechos humanos, de reciente creación y sin consenso». Esto «constituye una seria violación del derecho internacional que desacredita a la Unión Europea».
«En su formulación actual, esta moción de resolución no será de ayuda para millones de creyentes que son víctimas de persecución por su fe, en particular mujeres y chicas vulnerables», subraya el secretario general de COMECE. Su situación se invisibilizará al «dar prioridad a otros intereses políticos».
Frente al supuesto derecho al aborto, «el derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión, al igual que el derecho inherente a la vida son derechos humanos fundamentales reconocidos en el derecho internacional». Es «responsabilidad y deber» de las autoridades políticas, como el Parlamento Europeo, «protegerlos, defenderlos y promoverlos en todo el mundo».