Gabón pide al Papa una nunciatura plena
El presidente del país africano, Ali Bongo Odimba, se ha reunido este jueves con Francisco, a punto de cumplirse los 25 años del acuerdo marco con el Vaticano
El Papa Francisco ha recibido este jueves en audiencia al presidente de Gabón, Ali Bongo Ondimba. Durante la conversación, según habían adelantado fuentes del Gobierno del país africano, Ondimba tenía intención de pedir al Santo Padre la apertura de una nunciatura plena.
Como explicaba hace dos días la Presidencia del país, la audiencia iba a ser una «oportunidad» para ambos de celebrar «las excelentes relaciones que unen Gabón y el Vaticano». En concreto, «debería permitirles también, por un lado, examinar temas de interés común, en particular la voluntad del jefe de Estado de acoger en nuestro país una nunciatura plena en el futuro cercano».
Por el momento, Gabón comparte nuncio apostólico con la República del Congo. En la actualidad ocupa el cargo el mexicano Javier Herrera Corona, nombrado el 5 de febrero. El comunicado del Gobierno se mostraba «satisfecho» con el nombramiento y adelantaba que su «aprobación por parte de las autoridades gabonesas se dará en breve». El texto se felicitaba también por «la reactivación de la Comisión Mixta de Seguimiento del Acuerdo Marco entre Gabón y el Vaticano, firmado en Libreville, el 12 de diciembre de 1997».
55 % de católicos
Según el comunicado del Vaticano, la conversación ha sido «cordial». En ella, «se subrayó la contribución de la Iglesia católica en muchos aspectos de la sociedad gabonesa, especialmente en el campo de la educación». En Gabón, el 55 % de la población es católica.
El encuentro ha puesto fin a una visita de tres días, durante los cuales el jefe de Estado se ha reunido también con el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin, y con Paul Richard Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados.
Tensiones por la COVID-19
Según recuerda La Croix, este momento de cordialidad contrasta con las tensiones que se produjeron hace año y medio entre las autoridades gabonesas y la Iglesia local en torno a la gestión de la pandemia de COVID-19. El 4 de octubre, los obispos habían decidido reabrir los templos, pero el 16 de octubre el Gobierno impuso para ello duras condiciones: la presencia de solo 30 fieles, con prueba negativa y que tenían que registrarse en el Ministerio del Interior. Además, no se podría comulgar durante la Misa.
La realidad fue incluso más restrictiva. En la víspera del domingo 25, día de la anunciada reapertura, se desplegaron patrullas policiales alrededor de los lugares de culto de Libreville, la capital, y otras diócesis. También bloquearon los caminos de acceso y la casa de obispo de la ciudad, Iba Ba.
En Oyem, el obispo Jean-Vincent Ondo Eyene presidió el rezo del rosario por las calles y la adoración al Santísimo. Por ello, fue duramente golpeado. Además, dos sacerdotes fueron detenidos, uno en Libreville y otro en Franceville.