Antonio Bellella: «No se puede anunciar el Evangelio si no hay relación»

El próximo 20 de abril, en el inicio de la Pascua, comienza en Madrid una nueva edición de la Semana Nacional de Vida Consagrada, organizada por el Instituto Teológico de Vida Religiosa (ITVR), una obra de los claretianos. Será la número 51 y, en esta ocasión, abordara la cuestión de la relación, que pretende ser una respuesta al análisis de la situación de la vida consagrada que se realizó el año anterior. «Entonces, se puso de manifiesto que la vida religiosa existe para anunciar el Evangelio. Y no se puede anunciar el Evangelio si no hay relación», ha afirmado el claretiano Antonio Bellella, director del ITVR.

En su opinión, la repercusión de los religiosos hoy «no depende del número ni de la influencia social, sino de la capacidad de fomentar relaciones que lleven a Cristo». En este sentido, ha defendido que el tema elegido encuentra ecos en el magisterio del Papa Benedicto XVI y también en el de Francisco. Ha citado, en concreto, la Evangelii gaudium y la Laudato si’.

Con todo, el claretiano ha señalado que la pregunta clave que hay que hacerse es si la vida religiosa puede imaginarse sin relaciones y perdida en sus crisis. Y él mismo ha respondido: «Es imposible imaginar una vida consagrada indiferente, ensimismada y asilada. Solo es posible imaginar una vida consagrada en relación. Sin relación no hay vida consagrada porque es imposible la vida. No hacemos nada».

Por su parte, Fernando Prado, director de Publicaciones Claretianas, ha insistido en la necesidad de que religiosos y religiosas sean hoy «expertos en relaciones». «Vivimos al servicio de la misión de la Iglesia y está en juego la evangelización. Sin relación no hay evangelización», ha concluido.

La Semana de Vida Religiosa se celebrará en formato bimodal —presencial y online— y se ha dirigido con especial intensidad este año a los religiosos jóvenes. De hecho, ya son 100 los menores de 35 años inscritos. Entre los ponentes destacan los cardenales Aquilino Bocos, claretiano, y Miguel Ángel Ayuso, presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso.