Cáritas y AECID cruzan el frente para llevar agua a Ucrania
150.000 euros de la agencia española de cooperación al desarrollo permitirán a Cáritas Ucrania llevar agua por primera vez al área controlada por separatistas
Por primera vez, Cáritas Ucrania llevará agua potable a las áreas no controladas por el Gobierno en Donetsk y Lugansk. Buena parte de estos oblast o provincias, las más orientales, se autoproclamaron repúblicas populares en 2014. Se inició entonces un conflicto que mantiene a estas regiones divididas en una zona bajo Gobierno separatista y otra dependiente del de Kiev por 400 kilómetros de frente. A ambos lados hay una zona de contención, y dentro de la parte separatista viven 2,6 millones de personas, un 65 % de ellos ancianos. El 71 % de los hogares tiene problemas para obtener agua potable. Llevársela va a ser posible gracias a los 150.000 euros que la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), ha destinado a este proyecto a través de Cáritas Española.
Según explica a Alfa y Omega la presidenta de Cáritas Ucrania, Tetiena Stawnychy, durante tres meses sus dos equipos sobre el terreno llevarán agua a 1.100 personas en camiones o, si tienen discapacidad (el 18 %) a sus hogares. También se hará sensibilización sobre la COVID-19. Según datos no oficiales de los que dispone Cáritas, la tasa de muertes es siete veces mayor en Lugansk y 2,6 veces mayor en Donetsk, dentro del área separatista, que en la que depende de Kiev.
A esto se suma, apunta Stawnychy, el cierre de los puntos de control por los que, hasta marzo de 2020, cada día un millón de personas salía de la zona separatista para «recibir asistencia y comprar, dentro de los límites permitidos por las autoridades». Ahora son solo 100.000, lo que ha causado «un aislamiento aún mayor».
Respuesta ágil
Carmen Gómez de Barreda, responsable de los proyectos para Europa de Cáritas Española, explica que la iniciativa surgió al comprobar que «para AECID el tema del agua y saneamiento en el Dombás», como se llama a Donetsk y Lugansk, «era prioritario». Por la estrecha colaboración desde hace casi 20 años con sus homólogos ucranianos, sabían que el agua «también estaba entre sus prioridades».
Por ello, presentaron a AECID un proyecto para llegar a la zona separatista a través del convenio de emergencia que la entidad tiene con AECID. Esta herramienta «es un mecanismo flexible y rápido de financiación» para las ONGD en situaciones de «emergencia sobrevenida» o agravamiento de la situación, explica Ángel Fernández, de la Unidad de Apoyo Técnico para el Desarrollo y la Acción Humanitaria. Los 150.000 euros de la agencia pública multiplican la ayuda que ofrece Cáritas Española con 10.000 euros, y la hacen «mucho más significativa», subraya Gómez de Barreda.
Regiones de Donetsk y Lugansk (Ucrania)
6,31 millones de habitantes
2,4 millones necesitan ayuda humanitaria
En el área controlada por el Gobierno, Cáritas ha «construido cinco estaciones de bombeo» de agua potable para 14.000 personas, según Stawnychy. «Y estamos trabajando en la reconstrucción parcial de tuberías» para otras 70.000. «Esperamos poder crear soluciones sostenibles» similares al otro lado del frente «en el futuro».
Mientras, el país mira con miedo la movilización de tropas rusas hacia la frontera. «Nadie sabe cómo se van a desarrollar los acontecimientos», reconoce, «así que seguimos trabajando en planes de contingencia», formando a los trabajadores y «preparándoles para lo peor», al tiempo que intentan aumentar su capacidad de respuesta. Por ejemplo, «participamos en el plan de contingencia de UNICEF en caso de que haya una escalada grande del conflicto».