Gentes: Joaquín Navarro-Valls, ex-Portavoz de la Santa Sede (en XL Semanal) - Alfa y Omega

Durante el pontificado de Juan Pablo II no hubo oscurantismo. La dimensión del problema de la pedofilia no se la imaginaba nadie. Para todos fue una sorpresa. En su limpieza intelectual y moral, Juan Pablo II no podía creer que aquello tuviera esa magnitud. La veracidad del caso de Maciel se comprobó en los primeros meses del pontificado de Benedicto XVI.