Francisco llama a «empezar de nuevo con más humanidad» tras la pandemia
Francisco asegura que «lo que realmente cuenta en la vida son las relaciones humanas»
El Papa Francisco ha animado este sábado a «empezar de nuevo con más humanidad, mirando a Jesús, con esperanza en nuestros corazones», dentro de un contexto «en el que aún se notarán los efectos de la pandemia» de la COVID-19. El Pontífice ha dirigido estas palabras a los miembros de la Asociación de los Santos Pedro y Pablo, a quienes ha recibido en el Vaticano con motivo del 50 aniversario de su fundación.
Francisco señaló que a lo largo de medio siglo la Asociación ha pasado de ser una «guardia de honor de palacio» al honor de estar «al servicio de la humanidad peregrina», y valoró el título de la revista Incontro que el grupo publica periódicamente. «En el encuentro siempre hay movimiento. Si todos nos quedamos quietos, nunca nos encontraremos. Este es el criterio que da sentido a su compromiso diario. A través de su servicio diario se convierten en artesanos del encuentro, llevando el calor de la bondad de Jesús a los que entran en la Basílica de San Pedro, a los que necesitan orientación, a los que necesitan una sonrisa para sentirse en casa», señaló el Papa.
El Pontífice llamó a comenzar de nuevo con más de humanidad tras la crisis sanitaria y económica que desde hace dos años sacude al mundo. «Si todos hemos cambiado un poco, es porque nos hemos dado cuenta, a través de lo que hemos vivido, de que lo que realmente cuenta en la vida son las relaciones humanas. Todos sentimos la necesidad de amarnos unos a otros, de vivir más unidos, de escuchar las palabras buenas y alentadoras que se nos dicen y, a su vez, de darlas con un estilo de vida esperanzador», destacó Francisco.
Mirar a Jesús
El Santo Padre explicó que esto no se puede realizar si la asociación no dirige su mira a Jesús: «Ustedes siempre han propuesto la vida de Jesús como el modo de vida plenamente humano, el punto de referencia y el fundamento para el hombre de todos los tiempos y, por tanto, también para el hombre de hoy. Pero aún más ahora, queremos dar testimonio de nuestra fe proclamando que nuestra vida concreta encuentra su raíz en la humanidad de Jesús. Por eso, conocerlo mejor, saber cómo llevó su existencia, qué dijo, cómo se relacionó con los demás, es la base para descubrir cómo vivir humanamente hoy. Mirándolo a Él, nos sentimos llamados cada vez más a un servicio cotidiano hecho de acogida, de compartir, de escucha fraterna, de cercanía humana. Creo que así podemos mostrar, con hechos, la belleza y la fuerza del Evangelio».
Asimismo, también destacó la necesidad de la esperanza, que «nunca debe faltar en el camino del creyente». «Somos de Cristo, estamos injertados en Él por el Bautismo; en nosotros está su presencia, está su luz, está su vida. Caminemos, pues, sostenidos por su Palabra: es la Palabra de vida. Caminemos con alegría y esperanza, sabiendo que el Señor nunca dejará de apoyar nuestro compromiso con el bien. Lo digo de manera especial a los jóvenes: los animo a entregar sus energías a los necesitados y a convertirse en hombres capaces de encuentros verdaderos y sinceros».