Valencia quiere involucrar a todas las parroquias en la acogida y reinserción de los presos
No se trata de que las parroquias monten pisos de acogida, sino de que las personas que salgan de la cárcel puedan sentir la comunidad parroquial como su punto de partida para reintegrarse en la sociedad
Involucrar a todas las parroquias en la acogida y reinserción de los presos que salen en libertad. Es la propuesta de la Pastoral Penitenciara de la archidiócesis de Valencia, que hace este llamamiento también para sensibilizar a la sociedad en general de esta labor que compete a todos. «Hablamos mucho de reinserción, pero esta depende, por un lado, de la voluntad del preso, pero, por otro, de que la sociedad le acepte», explica Víctor Aguado, director de Pastoral Penitenciaria de esta diócesis levantina.
No se trata de que las parroquias monten pisos de acogida, sino de que las personas que salgan de la cárcel puedan sentir la comunidad parroquial como su punto de anclaje, y de partida, para reintegrarse en la sociedad. «Que puedan ir, que se puedan desahogar, que se sientan acompañados y, por supuesto, que se puedan beneficiar de todas las actividades de las parroquias, desde Cáritas hasta los grupos de oración». En definitiva, «que la Iglesia en su conjunto forme parte del proceso de reinserción», pide Aguado.
Pero como Iglesia católica, la iniciativa también busca que las personas que han pasado por la cárcel puedan «seguir profundizando en el seguimiento de Jesús». Son muchos los internos que tienen un contacto con el capellán de la cárcel en la que se encuentran. «Cuando se ha perdido todo, y especialmente la libertad, hay una vuelta misteriosa a Dios de una u otra manera. Dios es lo único que les queda y no les abandona. Esto hace que sean muy fructíferas las catequesis y las celebraciones eucarísticas en el centro penitenciario, con una asistencia media cada fin de semana de unos 400 internos», subraya el director.
La idea es que esa vía de contacto con el Señor no se pierda una vez que salen del centro y la asuman desde la parroquia. Por su parte, el grupo de Pastoral, formado por Aguado, tres sacerdotes a plena dedicación y varios voluntarios, continuará con «nuestra labor evangelizadora», dividida en tres ámbitos: «Prevención, con charlas en los colegios; interior de la prisión, que incluye la parte religiosa, la jurídica y la social; y fuera de la cárcel, con trabajo de reinserción en cuatro casas de acogida y formación», concluye Víctor Aguado.