25 años de la lavandería de las Siervas de San José: una herramienta para la integración laboral - Alfa y Omega

25 años de la lavandería de las Siervas de San José: una herramienta para la integración laboral

Alavar se constituyó en Madrid en 1996 y desde entonces ha contratado a 110 personas, de 17 nacionalidades distintas

Redacción
Trabajadores de Alavar en un día de trabajo. Foto: Siervas de San José

Hace ya 150 años, el 10 de enero de 1874, Bonifacia Rodríguez fundó la Congregación de las Siervas de San José en un pequeño taller de cordonería «con la firme convicción y la audacia de defender el derecho de las mujeres a ganarse la vida con un trabajo digno». Más de un siglo después sus hijas espirituales actualizaron este sueño y crearon Alavar, una lavandería y tintorería dedicada a la formación e inclusión en el mercado laboral de personas en riesgo de exclusión.

La empresa comenzó su andadura en los bajos de una casa de las siervas en Madrid, pero los 100m2 pronto se quedaron pequeños y en 2012 tuvieron que trasladarse a una nave industrial de 1.000m2 en Getafe, lo que les ha permitido aumentar su plantilla y clientela. Ahora se cumplen 25 años de su fundación.

Desde sus orígenes hasta hoy, Alavar ha contratado a 110 personas, 78 de ellas en riesgo de exclusión, con una tasa de inclusión en el mercado laboral normalizado de un 40 %. Todos ellos procedentes de 17 nacionalidades distintas ­–Rumanía, Nigeria, Guinea, Venezuela, Colombia, Pakistán, Afganistán, Marruecos, Portugal, Perú…–, «algo que en ocasiones no ha sido fácil» de gestionar, señala Susana de Andrés, sierva y gerente de la lavandería. «Vienen de culturas muy distintas, con unas realidades muy duras», aunque la multiculturalidad al final «ha sido un aprendizaje más para todos nosotros y hemos conseguido crear un buen clima gracias a que en Alavar colocamos a la persona en primer plano, con el respeto y la comprensión como base de las relaciones», añade.

Los trabajadores pasan por un proceso de integración socio laboral que tiene una duración de entre seis meses y tres años, divididos en tres fases: acogida y diagnóstico inicial, desempeño laboral y mejora de la empleabilidad, y tránsito hacia el mercado normalizado. Para ello, Alavar cuenta con un equipo formado por una gerente, una trabajadora social y dos maestras de taller. En la actualidad, la lavandería la integran 22 personas, 15 de inserción y 7 en plantilla fija, de 8 nacionalidades distintas.

La mayor parte de sus clientes son colegios mayores y residencias universitarias, aunque también trabajan para entidades como la Cruz Roja o el Ayuntamiento de Madrid, con el que ganaron dos concursos públicos en 2019. Especializadas en lavar ropa personal y no solo toallas, sábanas o mantelerías, han conseguido una fidelización de su clientela en un 90 %, lo que les ha permitido seguir creciendo y poder dar oportunidades de contratación a más personas.