El Papa: «¡Cuántos errores se han realizado en la historia de la evangelización!»

«¡Cuántos errores se han realizado en la historia de la evangelización queriendo imponer un solo modelo cultural!». Así de contundente se ha mostrado el Papa Francisco durante la catequesis de la audiencia general de este miércoles, en la que incluso ha reconocido que «a veces no se ha renunciado ni siquiera a la violencia para que prevalezca el propio punto de vista». De esta manera, «se ha privado a la Iglesia de la riqueza de muchas expresiones locales que llevan consigo la tradición cultural de poblaciones enteras», y «esto es exactamente lo contrario de la libertad cristiana».

Estas palabras han llegado tan solo dos semanas después de la carta que escribió al presidente de la Comisión Episcopal de México con motivo del bicentenario de la declaración de la independencia del país, en la que el Pontífice invitó a los mexicanos a «reafirmar los valores que los han constituido y los identifican como pueblo», y en la que también quiso «reconocer los errores cometidos en el pasado», «los pecados personales y sociales» que «no contribuyeron a la evangelización» y por los que «tanto mis antecesores como yo mismo hemos pedido perdón».

Libertad e inculturación

El Santo Padre ha hecho estas declaraciones al reflexionar durante la catequesis sobre la libertad de la que san Pablo habla en su carta a los gálatas. En concreto, el Papa ha ahondado en la libertad respecto del pecado y cómo esta «no entra en conflicto con las culturas y tradiciones que hemos recibido, sino que más bien introduce en ellas una novedad liberadora: la del Evangelio».

Para Francisco, la fe católica no se impone frente a las diferentes tradiciones y culturas de cada pueblo, sino que más bien «las lleva a la plenitud». Y «en esta llamada a la libertad descubrimos el verdadero sentido de la inculturación del Evangelio», que consiste en «anunciar la buena noticia de Cristo salvador respetando lo que de bueno y verdadero existe en las culturas». Por ello, el Papa ha llamado a los católicos a «respetar la proveniencia cultural de cada persona, incluyéndola en un espacio de libertad que no sea restringido por ninguna imposición dada por una sola cultura predominante».

El Pontífice ha recordado por último que la palabra católico «es un adjetivo que significa universal», y esto «quiere decir que la Iglesia tiene en su naturaleza la apertura a los pueblos y las culturas de todo tiempo», y ha advertido que «si pretendiéramos hablar de la fe como se hacía en los siglos pasados, correríamos el riesgo de no ser comprendidos por las nuevas generaciones».