El Papa nombra al ceremoniero que cerrará las puertas del próximo Cónclave

El Santo Padre ha nombrado al sacerdote italiano Diego Giovanni Ravelli nuevo maestro de celebraciones litúrgicas pontificias en sustitución de Guido Marini, a quien el Pontífice nombró el pasado mes de agosto obispo de Tortona, al noroeste de Italia.

Después de 14 años al frente de las celebraciones y liturgias que preside el Papa, Marini da paso a Ravelli, hasta ahora ceremoniero pontificio y también responsable de la Oficina de la Limosnería Apostólica, a las órdenes de otro antiguo ceremoniero vaticano, el cardenal Konrad Krajewski. Así, cobra continuidad un interesante movimiento del Santo Padre por el que asocia de alguna manera liturgia y caridad.

Diego Giovanni Ravelli, de 56 años, lleva colaborando en las ceremonias litúrgicas que preside el Santo Padre desde el año 2006. Ahora, como responsable de esta misión acompañará de cerca al Santo Padre en todas las celebraciones, cuidando el desarrollo armónico de las mismas.

Especialmente relevante será su labor como maestro de celebraciones durante el período de sede vacante, pues se encargará de organizar todas las liturgias que tienen lugar esos días, aun sin actuar como ceremoniero, ya que solamente lo es del Papa.

Entre otras funciones, en la muerte del Pontífice será el encargado de revestir el cadáver con las vestimentas de la Eucaristía junto con la mitra y el palio y de introducir en el ataúd una bolsa con monedas acuñadas durante su pontificado.

A la hora de desarrollarse el Cónclave, cerrará las puertas de la Capilla Sixtina y pronunciará el Extra omnes para dejar solos a los cardenales en las deliberaciones.

Al ser elegido el nuevo Papa, el maestro de ceremonias entrará de nuevo a la Capilla Sixtina para actuar como notario levantando acta de la elección. Finalmente, ayudará al nuevo Pontífice a vestirse con el hábito papal y le acompañará a la logia de San Pedro para que imparta desde allí la bendición urbi et orbi.