Nueva presidenta de la HOAC: «En la Iglesia tenemos que avanzar en la defensa de los trabajadores»
Maru Megina asegura que se deben exigir «límites al constante enriquecimiento de las eléctricas»
María Dolores Megina Navarro fue elegida en julio nueva presidenta de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) para los próximos cuatro años, un cargo que define como «una gracia inmerecida» y que asume con «gran responsabilidad» y disponibilidad. «Tengo claro que la disponibilidad forma parte del ser militante y quiero corresponder a la HOAC de alguna manera por todo lo que me ha dado; que me haya hecho una persona más consciente y responsable con el mundo que tenemos, que me haya dado herramientas para vivir una mayor coherencia en el seguimiento de Jesús y, por tanto, que me haya hecho más feliz», asegura en conversación con Alfa y Omega.
Durante todo este tiempo, Megina fija sus prioridades en la culminación del 75 aniversario de la creación de la hermandad, que «nos motiva para afianzarnos cada vez más en el ser antes que en el hacer»; en la preparación de la XIV Asamblea General, «en la que seguiremos buscando respuestas a cómo llevar el Evangelio al mundo obrero empobrecido» con «esperanza», y en «seguir trabajando en el interior de la Iglesia para fortalecer nuestra respuesta en comunión con la Pastoral Obrera y desde nuestro ser de Acción Católica».
El Evangelio en el tajo
Todo ello «requiere dedicación y disponibilidad completa», apunta la nueva presidenta, que es técnica de prevención laboral, socia de una cooperativa del sector sociosanitario y militante de la diócesis de Jaén. De esta forma, los miembros de la comisión permanente de la HOAC se van a instalar «en Madrid para poder realizar nuestro trabajo en las condiciones más favorables». La capital, donde «queremos vivir desde esa comunión de bienes, vida y acción que forma parte de nuestra espiritualidad», facilita «la comunicación y el contacto con el resto de organizaciones sociales, sindicales y eclesiales».
En cualquier caso, «lo más difícil no es estar aquí sino cada día en el tajo llevando ahí el Evangelio y hacerlo con entusiasmo», confesaba la propia Megina durante la reunión plenaria que la entidad celebró el primer fin de semana de julio en Ávila. «La razón de ser de la HOAC no es otra que la evangelización del mundo obrero, llevar a Jesús a nuestros ambientes», añade la presidente durante la conversación con Alfa y Omega.
Pero «intentar que el mundo obrero empobrecido, además de soportar sus sufrimientos y angustias, descubra que la mejor manera de ser feliz es descubrir a Jesús y el proyecto de vida que nos ofrece, requiere que los militantes den un gran testimonio en sus ambientes» y que vivan «con entusiasmo su fe en el día a día».
Pérdida de derechos
Además, la nueva presidenta insta a la entidad a «seguir defendiendo el trabajo digno, que es aquel que permite a la persona y a su familia tener una vida digna y platearse un proyecto de vida». En este sentido, denuncia el aumento del «trabajo precario en el mundo obrero, lo que conlleva pérdida de derecho», y aboga por seguir avanzando en la Iglesia «en la defensa de los derechos de las personas trabajadoras junto a las organizaciones del mundo del trabajo».
Por último, Maru Megina se ha referido a la subida del precio de la luz y a la del salario mínimo. Sobre la primera, ha afirmado que «la luz es un bien de primera necesidad para las familias por eso tenemos que seguir denunciando la pobreza energética y exigir que se ponga límites al constante enriquecimiento de las eléctricas». Sobre el salario mínimo, la presidenta de la HOAC ha subrayado que «las personas trabajadoras están perdiendo poder adquisitivo desde hace décadas» y «es necesario que esto deje de ser así».