Una semana nada más: Tres son multitud - Alfa y Omega

La prueba de fuego en cualquier relación es la monotonía, el día a día, la convivencia en lo ordinario de la realidad, cuando el ímpetu del enamoramiento ha perdido fuelle. Sin darte cuenta, casi de un día para otro, la delicadeza de sus gestos se ha tornado insoportable, lo que antes te parecía gracioso en ella, ahora te crispa… ¡incluso la belleza de sus curvas dejan de seducirte porque ya las conoces! Es en ese momento cuando aparece la tentación en forma de sentencia: «Ya no la quiero. Tenemos que dejarlo».

Así se despierta Pablo todas las mañanas. Parece que ya no quiere a Sofía. Empezaron a convivir hace cuatro meses y ahora Pablo sueña con camiones que arrollan a su novia. Pero más que una pesadilla es un alivio para él, porque no tendría que enfrentarse al momento trágico de: «Cariño, tenemos que hablar».

La solución aparece inesperadamente y con una pequeña mentira, un poco de teatro y un buen amigo dispuesto ha hacer todo lo que le pidan, se crea una situación extremadamente cómica y desesperante al mismo tiempo. Ya sabemos que las mentiras engordan por segundos, que no somos tan buenos actores como creemos y que los amigos, por muy amigos que sean, tienen un límite.

El plan de Pablo es que Martín se vaya a vivir con ellos, y de este modo provocar que Sofía rompa la relación y se vaya de casa.

Todo funciona en la mente de Pablo y mientras planea esta ruptura jugando a la wii, no se da cuenta de que la vida real no está pixelada. Sofía no es un personaje de videojuego, programada para responder ante ciertos estímulos. Ninguno de los personajes lo está, por ello se crean situaciones imprevistas (algunas…). Sofía, Pablo y Martín constatan que la realidad es siempre más apasionante y desternillante que la ficción.

Gabriel Olivares dirige magníficamente a tres rostros conocidos de la televisión: Antonio Hortelano, María Castro y César Camino. La altura interpretativa se palpa desde que se alza el telón, y este trío de ases dan vida a tres personajes que son creíbles, cercanos y, ¡más difícil todavía! consiguen la risa del público sin caer en lo grotesco y zafio.

Vuelvo a confirmar con Una semana nada más que la altura artística de los teatros de Madrid se palpa en cualquier género: grandes directores, grandes actores, notables equipos artísticos… Así da gusto ir al teatro, ¡oiga!

Una semana nada más

★★★★☆

Teatro:

Teatro La Strada Gran Vía

Dirección:

Calle San Bernardo, 5

Metro:

Santo Domingo, Callao

OBRA FINALIZADA