Creador de la hospitalidad digital: «Todavía existe el analfabetismo digital» - Alfa y Omega

Creador de la hospitalidad digital: «Todavía existe el analfabetismo digital»

Este jueves concluye el VI Congreso Internacional de Scholas Cátedras, cuyos responsables abogan por una universidad pospandemia más pegada a la realidad y sus problemas

José Calderero de Aldecoa
Inauguración del congreso con Sánchez Sorondo, responsable de la Pontificia Academia de las Ciencias. Foto: Scholas

En el año 2016 Juan Alejandro Henríquez se inventó un concepto nuevo. A pesar de que es oriundo de Santiago de Chile, todo surgió en la Universidad de Barcelona, donde estaba estudiando un máster en entornos de enseñanza y aprendizaje mediante tecnologías digitales. «Ya vivíamos en una era digitalmente avanzada, pero, a pesar de ello, la brecha digital seguía creciendo y todavía existía –y existe– el analfabetismo digital», explica. Reflexionando sobre estas cuestiones, a Henríquez se le ocurrió el término de «hospitalidad digital», que está basado en el concepto de hospitalidad lingüística del filósofo francés Paul Ricoeur. «Se trata de promover la acogida respetuosa de las distintas personas del entorno online –comprender al otro y su diversidad–, y de tratar de solucionar esa brecha digital», explica su creador en conversación con Alfa y Omega, al mismo tiempo que subraya la actualidad de ambos propósitos. «No hay más que ver la polarización que hay, por ejemplo, en las redes sociales o en el mundo de la política, o la virtualización de los aprendizajes a la que nos ha llevado la pandemia casi de forma repentina», añade.

Daniel Stigliano
Coordinador de Cátedras Scholas

Inmediatamente aquella idea «pasó a ser el marco teórico del máster, el corazón de la parte de investigación», y desde entonces este profesor universitario chileno lo ha estado desarrollando. De hecho, actualmente se encuentra haciendo el doctorado en la Universidad de Granada, donde «estoy trabajando en la aplicación práctica del concepto». A pesar de que está en pleno desarrollo, Henríquez, sin embargo, ya ha podido testarlo en la vida real. Fue en Petén (Guatemala) junto a un grupo de 50 profesores universitarios. «Desarrollamos un curso de capacitación, de alfabetización digital, para que adquirieran las competencias necesarias para
desenvolverse con soltura ante la educación a distancia», detalla Henríquez, que aspira a replicar el modelo en otros países.

El otro gran reto al que se enfrenta la hospitalidad digital tiene que ver con la democratización del acceso al continente digital, que a su vez hace referencia tanto a la conectividad como a los dispositivos. En este sentido, «estamos tratando de influir en las políticas públicas de las distintas regiones y países», que es donde «se tiene que asegurar la conectividad universal, igualitaria…». Además, «vamos a presentar este nuevo concepto a los distintos fondos de inversión para conseguir financiación con la que adquirir dispositivos y así hacer un poco más pequeña la brecha digital. Muchas veces las políticas públicas son lentas y no nos podemos permitir más retrasos en este ámbito», concluye Juan Alejandro Henríquez.

Juan Henríquez
Creador de la hospitalidad digital

Congreso Scholas

Una segunda presentación de la hospitalidad digital ha tenido lugar en el VI Congreso Internacional de Scholas Cátedras, que se clausura este jueves en la Universidad San Pablo CEU de Madrid. El congreso ha reunido a 250 investigadores y académicos de 118 universidades de los cinco continentes, junto a personalidades del mundo gubernamental, diplomático y religioso, para afrontar juntos el rol de la universidad en un mundo pospandemia.

La idea es no retrasar más «la solución al montón de problemas enquistados que la COVID-19 dejó al descubierto», como «una escolarización con un formato que ya no resulta motivante para los alumnos» o «una financiación que lleva demasiados años viéndose como un gasto de dinero público más que como una inversión de futuro», señala Daniel Stigliano, coordinador de Scholas Cátedras y del congreso.

El futuro pasa por unas universidades que «no solo se quedan en el análisis de la situación, de los problemas, que no cuentan únicamente lo que ha pasado», sino que se involucran en la realidad circundante. «Nosotros en Scholas Cátedras, por ejemplo, trabajamos según el modelo investigación-acción. Las universidades, además de realizar la investigación, dan un paso al frente y desarrollan proyectos concretos».

Rehabilitar la política

El VI Congreso de Scholas Cátedras ha contado también con la presentación de la Escuela Política Fratelli Tutti, cuyo «objetivo es formar una comunidad de jóvenes que puedan rehabilitar la política en el siglo XXI y reorientarla al verdadero bien común como propone el Papa Francisco en su encíclica», explica Juan Maquieyra, director de la escuela.

La metodología está inspirada en el concepto de aula abierta desarrollado por Scholas Occurrentes. «No va a haber una sede con aulas cerradas, sino que la sede de la escuela van a ser el mundo, los barrios, las distintas comunidades; y el proceso de aprendizaje va a suceder en cada una de esas comunidades», detalla el director.