En la Fiesta de la Familias del EMF, en Filadelfia, el Papa se refirió a la familia como lo mas bello creado por Dios: «Toda la belleza que tiene Dios en sí, la entrega a la familia».
Esto mismo expresaba Luis Martin, padre de santa Teresa del Niño Jesús –cuya fiesta se celebra hoy–, en una carta a sus hijas al finalizar un largo viaje por distintos países de Europa, donde había podido admirar la belleza de los monumentos artísticos que había tenido ocasión de visitar: «Todo lo que veo –decía Luis en su carta– es maravilloso, pero no deja de ser una belleza terrena y nuestro corazón no se sacia con nada hasta que no vea la hermosura infinita que es Dios». Y refiriéndose a la cercana vuelta a casa, terminaba: «Pronto gozaremos de la alegría intima de la familia. Esa belleza es la que nos acerca mas a Él».
El próximo 18 de octubre van a ser canonizados en una misma ceremonia a dos esposos: Luis Martín y su esposa Celia Guérin. Cualquiera que se acerque a su biografía, especialmente a través de las cartas de Celia, podrá admirar la belleza de una familia santa. Un matrimonio que supo gozar de un amor esponsal lleno de ternura y delicadeza, manifestado de forma ordinaria en los detalles más diversos de la vida cotidiana. Recibieron a cada uno de sus nueve hijos como un gran regalo, que Dios les había dado para que descubriesen a través del amor de sus padres el gran amor de Dios. Una familia que santa Teresita describe «como una tierra santa e impregnada de perfume virginal». Dios concedió a estos esposos cinco hijas religiosas, cuatro carmelitas y una de la Orden de la Visitación. Los otros cuatro subieron al cielo en los primeros años de su vida.
Ahora, en un mundo en el que parece que ha desaparecido de la vida social y cultural el modelo familiar que ha salido de las manos de Dios, la Iglesia quiere con esta canonización, realizada en una ocasión tan significativa como es la celebración del Sínodo de los Obispos sobre la familia, mostrar con el ejemplo de estas vidas el atractivo y la belleza de la familia, el camino que Dios ha escogido para transmitir a los hombres su amor misericordioso.