Un milagro atribuido al beato Jerzy Popieluszko
Un posible milagro ocurrido en la diócesis francesa de Créteil podría abrir el camino a la canonización del beato Jerzy Popieluszko, un joven sacerdote polaco que luchó por la defensa de las libertades civiles y religiosas contra el régimen comunista de su país
Jerzy Popieluszko, capellán de los obreros del sindicato Solidarnosc en Varsovia, fue torturado y asesinado por la policía política en 1984, cuando tenía 37 años, y fue beatificado el 6 de junio de 2010 en la capital polaca.
El posible milagro se refiere a la curación inexplicable ocurrida en el año 2012 tras una oración dirigida al beato, que una comisión de expertos examinará el próximo mes de marzo. Se trata de la curación de un hombre, Marc, enfermo durante once años de una leucemia mieloide crónica atípica.
«En noviembre de 2011, sufrió una fuerte bajada. Marc ya no podía caminar, se sometió a tres quimioterapias y a un trasplante de médula», informó el diario católico francés La Croix.
En agosto de 2012, el veredicto de los médicos no permitía apelación: no había nada que hacer, las células cancerígenas habían invadido todo su cuerpo. A principios de septiembre, Marc se encontró con la psicóloga del hospital, que le ayudaba a prepararse para morir.
Pero esto sin contar con la oración dirigida al beato Jerzy Popieluszko por el sacerdote que fue a administrarle los últimos sacramentos.
Cuando el sacerdote se fue, Marc abrió los ojos y preguntó qué le había pasado. Por la noche tres veces intentó levantarse y unos días más tarde, el equipo médico del hospital Henri Mondor que le seguía desde hacía diez años constató con sorpresa que estaba curado; mejor: que su cáncer había desaparecido.
Un mes después, los exámenes médicos eran formales: estaba totalmente restablecido.
Prudentes, la pareja y el sacerdote guardan el secreto. Según La Croix, el obispo de Créteil, monseñor Santier, ha constituido una comisión, que se reunirá en marzo, y ha encomendado a dos médicos independientes el examen de la curación.
Si se comprueba el milagro, se enviará el dossier a la diócesis de Varsovia, que lo transmitirá a Roma.