Se estrena Vivo, «historias reales que explotan con la Eucaristía»
La película documental de Hakuna y Bosco Films llena las salas de varias ciudades de España. «Hay cosas inexplicables que pasan, y que siguen pasando», dice su director
Madrid, Barcelona, Toledo, Murcia, Sevilla y Valencia van a ver estrenada a partir de este viernes la película Vivo. «Se está viralizando e incluso nos están llamando muchos curas rurales que quieren la película para verla con la gente de sus pueblos», dicen desde Bosco Films, la productora de la cinta. Para su director, Jorge Pareja, «es alucinante ver cómo la Eucaristía cambia la vida de la gente».
¿Cómo nació la película?
Yo me dedico al mundo audiovisual, la publicidad, el marketing. Un día un amigo me llamó para ver si les podía ayudar con un proyecto. Se trataba de grabar una Misa en la catedral de la Almudena. «Somos de Hakuna», me dijo. Yo no tenía ni idea de qué era eso, pero fui a grabar. Allí me encontré con un montón de gente dándolo todo, supermotivados, como si estuvieran en un concierto. A mí eso me dejó muy impactado, ver tantísima gente joven. Al final intenté transmitir todo eso que había visto.
¿Y después?
Aquel video les gustó mucho y más tarde me dijeron que tenían un proyecto audiovisual para llegar a más gente, algo más grande… Entonces me vi envuelto en un proyecto enorme, con viajes, en voluntariados, junto al grupo de música… Ahí empezaron a surgir testimonios que tenían mucho potencial, por el proceso de transformación tan grande que reflejaban. Y al final nos quedamos con cuatro historias que son las que aparecen en Vivo.
¿Y a ti todo esto cómo te cae? ¿De dónde venías tú en lo espiritual?
Yo he tenido formación cristiana de pequeño, en el colegio sobre todo, pero con los años eso se quedó en algo muy poco interesante. No me motivaron nada, por las razones que sea. Nunca me sentí atraído de verdad por nada de aquello, y al final me acabé separando totalmente. De pequeño iba a Misa sin sentir nada, sin interés. Pensaba que era algo para personas mayores porque estaban al final de su vida y no les quedaba otra.
¿Y ahora?
La experiencia de aquella Misa en la catedral me impactó mucho. Vi allí mucha pasión. Luego empecé a ir a las adoraciones de Hakuna. Alucinaba, se me ponía la piel de gallina. Veía a todos tan metidos dentro de la Hostia, cómo recitan poemas, cómo cantan… Pienso que si hubiese conocido esto de pequeño mi historia habría sido distinta. Ahora me veo en proceso, a mi ritmo, ¡y aquí estoy! [risas].
¿Qué se va a encontrar la gente que vaya a ver Vivo?
Se va a encontrar historias reales, no de ciencia ficción, experiencias de personas que son de mundos distintos, cada una con su recorrido, que confluyen en la adoración y en la Eucaristía. Son gente sin fe o con fe adormecida, que explotan en un momento dado. Es muy impactante ver cómo eso cambia sus vidas y las de la gente de su entorno también.
¿Es una cinta solo para gente de fe?
No solamente. A quien tenga fe le va a motivar muchísimo, pero los que estén más lejos la van a ver muy interesante, y se van a ver reflejados en personas que son como ellos. Y, sobre todo, hay cosas inexplicables que pasan, y que siguen pasando.