El cardenal de Washington y un jesuita del SJR, en la toma de posesión de Biden - Alfa y Omega

El cardenal de Washington y un jesuita del SJR, en la toma de posesión de Biden

La Conferencia Episcopal Estadounidense ha pedido a quienes pretendan participar en protestas violentas que no se dejen «extraviar por una voz que no es de Dios»

Redacción
Preparativos para la toma de posesión de Biden
Preparativos en el Capitolio para la toma de posesión. Foto: Reuters / Rod Lamkey

Este martes por la tarde (noche hora española) el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, presidirá en Washington D. C. el primero de los actos de su toma de posesión: un homenaje a las víctimas de la COVID-19 en el país. Y lo hará acompañado del cardenal Wilton Gregory, arzobispo de la ciudad. El primer cardenal negro de Estados Unidos dirigirá una oración inicial. Lo mismo que hará, el miércoles, el jesuita Leo O’Donovan durante la ceremonia misma de toma de posesión.

El acto del martes tendrá lugar en torno al estanque reflectante del monumento a Lincoln, en la capital. Allí Biden y la vicepresidenta electa Kamala Harris, junto con sus esposos, presidirán el encendido de 400 luces en recuerdo de las 400.000 personas fallecidas por coronavirus en Estados Unidos. A esta cita se sumarán también diversas ciudades del país, iluminando monumentos como el Empire State Building de Nueva York o la Aguja Espacial de Seattle.

La conocida cantante de góspel Yolanda Adams cantará Hallelujah. Y Lori Marie Key, enfermera de un hospital católico de Michigan, hará lo propio con Amazing grace, la misma canción que cantó en abril para sus compañeros durante un descanso, y cuyo vídeo se hizo viral.

Jesuita y amigo de la familia

La noticia de la participación del cardenal Gregory en este homenaje se hizo pública este lunes. Desde hace más tiempo se sabía ya la participación de Leo O’Donovan en la toma de posesión. El jesuita, que de 1989 a 2001 fue presidente de la Universidad de Georgetown, es amigo desde hace tiempo de la familia Biden. El 6 de enero confirmó al National Catholic Reporter que el presidente electo le había invitado personalmente.

O’Donovan en una imagen de archivo de 2017. Foto: Embajada de los Países Bajos

En 1992, cuando Hunter Biden estudiaba en Georgetown, O’Donovan pidió a su padre, entonces senador por Delaware, lo que este calificó como el «encargo más difícil que me han hecho nunca»: dar una conferencia sobre fe y vida pública. En 2015, O’Donovan celebró el funeral de otro hijo de Biden, Beau, fallecido de un tumor cerebral a los 46 años.

Director del Servicio Jesuita al Refugiado

En la actualidad, el jesuita dirige la oficina nacional del Servicio Jesuita al Refugiado. El 12 de noviembre, pocos días después de proclamarse ganador de las elecciones, Biden participó virtualmente en un evento del JRS para recaudar fondos. Y aprovechó la ocasión para anunciar que subiría el límite anual de acogida de refugiados a 125.000, más de ocho veces más que el último establecido por Trump en 15.000 personas.

Como recuerda el National Catholic Reporter, no es la primera vez que un dirige la oración en la toma de posesión de un presidente. El primero fue, en 1937, el padre John Ryan, en la de Franklin D. Roosevelt. El primer presidente católico, John F. Kennedy, eligió al cardenal Richard Cushing, de Boston. Y en la de Donald Trump el cardenal Timothy Dolan, de Nueva York, leyó un pasaje de la Escritura. Al final del acto del miércoles intervendrá el reverendo Silvester Beaman, pastor metodista, ex fiscal general de Delaware y también amigo de Biden.

El programa de la toma de posesión, bajo el lema América Unida, comenzó el lunes con una Jornada Nacional de Servicio, en el día dedicado a Martin Luther King. Además, habrá una ofrenda de guirnaldas en el cementerio de Arlington y dos programas de televisión en franja de máxima audiencia el miércoles. Para representar a todos los que no pueden desplazarse a Washington a causa de la pandemia, la Explanada Nacional se ha cubierto de banderas.

La Iglesia pide que no haya protestas violentas

La Iglesia católica ha pedido que todos estos actos se desarrollen de forma pacífica a pesar de la incertidumbre y de la voz de alarma dada por el FBI sobre convocatorias para manifestaciones armadas y para tomar edificios oficiales. El presidente del Comité de Justicia Nacional y Desarrollo Humano de la Conferencia Episcopal Estadounidense, Paul S. Coakley, difundió el fin de semana un comunicado en el que exhortaba a todos los que se plantearan participar en estas protestas que reconsideraran su decisión.

Recordando el asalto al Capitolio el 6 de enero, durante la certificación de los votos electorales de Biden, el obispo evocaba las imágenes de «un ataque violento contra un proceso político pacífico, bombas en sedes de partidos políticos, el asesinato de un policía y otros muertos y heridos, símbolos de odio racial, llamadas a ejecutar a políticos» e incluso «la apropiación indebida de símbolos cristianos». Hechos por los que «se deben rendir cuentas».

Dirigéndose a todos los que apoyaron esto y pueden estar planeando acciones del mismo tipo, Coakley les advierte de que «os estáis dejando extraviar por una voz que no es de Dios». «Preguntaos: ¿Lo que pretendo hacer es fruto del Espíritu Santo? ¿Mis acciones son una expresión de amor a los otros, incluyendo a los que quizá considere enemigos? ¿Son reflejo de alegría? ¿Llevarán a la paz?». Y concluye pidiendo «no confundáis las promesas vacías con el amor y la paz que solo vienen de Dios».