El Congreso de los Diputados aprueba la eutanasia
La proposición del PSOE recibe el apoyo mayoritario de la Cámara Baja: 198 votos a favor, 138 en contra y dos abstenciones
El Congreso de los Diputados ha aprobado este jueves en un Pleno convocado solo para esta cuestión y con una amplia mayoría la proposición de ley de eutanasia. Lo ha hecho por 198 votos a favor y 138 en contra y dos abstenciones. De hecho, solo los diputados del PP y Vox se posicionaron en contra del texto legislativo.
Con este nuevo paso, la ley, que ha sido tramitada en mitad de una pandemia y sin debate social, podría entrar en vigor en primavera. La fecha definitiva —estará en marcha tres meses después de que se publique en el BOE— dependerá de cómo discurra su tramitación en el Senado. En principio, el mes de enero no es hábil, pero podrían decidir habilitarlo.
Si esto sucediese así, el texto volvería al Congreso, siempre que incluya alguna modificación, a principios de febrero para su ratificación y su publicación en el BOE. La otra posibilidad es que el Senado aborde el proyecto ya en febrero, con lo cual la aprobación definitiva se retrasaría tan solo unas semanas.
Durante el debate de este jueves, que apenas duró hora y media, el diputado del PP José Ignacio Echániz criticó duramente la proposición de ley del Gobierno y su tramitación, que realizó «sin consulta pública», sin escuchar a los órganos consultivos, a los médicos, a los bioeticistas, a las religiones… a la sociedad.
«Es una ley injusta, inoportuna e inconstitucional. Por eso viene de esta manera: frívola, atropellada, chapucera, con nocturnidad y alevosía. Contra todos. Han tenido miedo a un debate serio, sereno y responsable con la sociedad contra la que quieren legislar. Frente a la eutanasia y el suicidio asistido, defendemos los cuidados paliativos, el tratamiento profundo del dolor, la sedación paliativa y el testamento vital», ha añadido.
El contenido
Con esta nueva ley, una vez entre en vigor, podrían pedir la eutanasia aquellas personas que sufran un «padecimiento grave, crónico e imposibilitante» o una enfermedad grave e incurable. Deberán ser mayores de edad y con plena capacidad de obrar y decidir. Deberán presentar dos solicitudes dejando entre ellas al menos 15 días de separación.
La ley contempla también la creación de comisiones de Garantía y Evaluación que han de verificar antes y después de la eutanasia que se respeta la ley y los procedimientos.
Durante la tramitación de la proposición de ley se han introducido algunos cambios y adiciones al texto original. Por ejemplo, se dice que podrán acceder a la eutanasia, además de las personas con nacionalidad española y residencia legal, las que tengan un «certificado de empadronamiento que acredite un tiempo de permanencia en el territorio español de doce meses», o que un médico podrá presentar la solicitud de eutanasia de un paciente que no esté en el pleno uso de sus facultades y que haya suscrito un documento de instrucciones o testamento vital.
También se recoge que «la muerte como consecuencia de la prestación de ayuda a morir tendrá consideración legal de muerte natural a todos los efectos» y que «estará exento de pena quien esté siendo investigado, o haya sido procesado o sentenciado» por hechos anteriores a la entrada en vigor de la ley y la persona fallecida reúna los requisitos.
La respuesta de los Vividores
Por su parte, desde el proyecto Vividores, una iniciativa de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP), han llevado hasta las puertas del Congreso de los Diputados su rechazo a la ley desplegando una pancarta en la que se podía leer «Gobierno de la muerte».