El Papa firma Fratelli tutti en un clima de recogimiento

En la primera salida del Papa Francisco de Roma en siete meses, la situación de pandemia ha seguido estando muy presente. Lejos de las multitudes de sus tres visitas previas, la Eucaristía que ha celebrado esta tarde en la basílica inferior de Asís ha estado marcada por el recogimiento y la sencillez: solo unos pocos religiosos estaban presentes en la cripta, y el Santo Padre ha decidido sustituir la homilía por un rato de contemplación en silencio.

Sus palabras han estado presentes, pero de una forma diferente: en la encíclica Fratelli tutti, que ha firmado al concluir la celebración sobre la tumba de san Francisco. Este texto, dedicado a la fraternidad y la amistad social, será publicado el domingo, fiesta del Poverello. En él se espera que el Pontífice ofrezca un desarrollo de sus reflexiones en este contexto de pandemia.

Las únicas palabras pronunciadas por el Papa fuera de la liturgia han sido justo antes de la firma, cuando ha explicado que en ese momento le acompañaría monseñor Paolo Braida, encargado de las traducciones y de los discursos del Papa, y dos traductores: el padre Antonio, para lengua portuguesa, y el padre Cruz, para la española. Todos forman parte de la Primera Sección de la Secretaría de Estado. Con este gesto, el Santo Padre ha querido mostrarles su «gratitud» por su trabajo en la redacción y traducción de la que es su tercera encíclica, después de Lumen fidei y Laudato si.

Entre la aprensión y la alegría

Según informa Vatican News, el Pontífice había llegado a primera hora de la tarde al Sacro Convento, adyacente a la Basílica que desde 1230 guarda los restos del santo de la Umbría cuyo nombre lleva. Le dio la bienvenida el custodio del Sagrado Convento de Asís, el padre Mauro Gambetti, junto con el obispo de la ciudad de Umbría, monseñor Domenico Sorrentino, y con el cardenal Agostino Vallini, legado pontificio para las basílicas de San Francisco y Santa María de los Ángeles en Asís.

«Nuestros corazones están llenos de alegría, estamos muy agradecidos al Papa», explicó poco antes de su llegada el padre Gambetti a los medios vaticanos. «Le encanta volver a este lugar para relanzar progresivamente el querido tema de la paz». Recordó asimismo la encíclica Laudato si, inspirada en «la espiritualidad franciscana que ve una conexión de todo y de todos». El franciscano no ocultaba, sin embargo, que «también hay un poco de aprensión, estamos muy atentos en este período» para evitar todo riesgo de contagio.

El padre Gambetti señaló que la nueva encíclica, en su mismo título, «señala una línea de horizonte inclusiva en la que estamos invitados a sumergirnos». Se mostró convencido de que «si pudiéramos aprender a tratar con las ámbitos de la vida social y orientarlos a los principios de la hermandad universal, resolveríamos los problemas del mundo, sentiríamos alegría por todos» y se alcanzaría un horizonte en el que «cada persona tenga derecho a la ciudadanía, cada vida sea acogida, apoyada, promovida».