Gentes: Eduardo Olier, presidente del Instituto Choiseul España (en www.geoeconomia.es)
La crisis económica occidental es el síntoma más palpable de la crisis de valores que vivimos. La falta de respeto por la persona y un egoísmo exacerbado han conducido a despreciar al que se tiene al lado; y no digamos a aquel que, en su osadía, se atreve a mendigar algo de nuestra riqueza, y pretende entrar, por la puerta de atrás, para conseguir una vida más digna para él o ella y los suyos. Es el fracaso de la globalización económica, que ha llevado a poner el hecho económico por encima de todo lo demás. El liberalismo radical ha traído consigo una nueva ideología que, como primer efecto, promueve la codicia.
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