Profanación en Madrid: «Sin Cristo, la iglesia está vacía», dice el párroco
La iglesia parroquial San Bartolomé Apóstol, del municipio madrileño de Fresnedillas de la Oliva, sufrió en la madrugada del lunes un robo y una profanación después de que fuera forzada la puerta principal del templo
El robo y la profanación en la parroquia del pueblo madrileño de Fresnedillas de la Oliva tuvo lugar en la madrugada del lunes, cuando unos desconocidos forzaron la puerta principal del templo y, una vez dentro, profanaron el sagrario, que fue arrancado de la pared y tirado al suelo, donde quedaron dispersas todas las Formas consagradas. Asimismo, volcaron el copón, los cálices y los vasos sagrados de la Misa, mientras que en la sacristía y en las salas de catequesis revolvieron todos los cajones, volcaron los hábitos y deterioraron todo lo que se encontraron por el camino.
«La policía me avisó y cuando llegué me encontré todo revuelto –afirma Pedro Rodríguez, párroco de esta localidad y también de Navalagamella–. No he hecho inventario pero no se han llevado cosas de valor. Lo peor es que el sagrario lo arrancaron de la pared, lo tiraron al suelo y lo descerrajaron».
Pedro cree que los asaltantes «buscaban dinero, esta pobre gente no sabía lo que hacía, a lo mejor pensaban que era una caja fuerte adosada a la pared. No creo que tengan culpa, aunque no se sabe». Aun así, desvela que «creo que faltan Formas. Dejé el copón lleno porque en este pueblo celebramos tres misas a la semana y creo que había más Formas. Me da miedo que hayan podido llevarse algunas para hacer misas negras», lamenta.
Desde el asalto, Pedro se siente «desolado, y me entran ganas de llorar todo el día, como un niño pequeño», reconoce. «Siento un vacío horroroso. Se nota muchísimo el vacío del Señor en la iglesia. Como cuando era pequeño y fui un verano a Irlanda y entraba en las iglesias protestantes: sin Cristo están vacías, se nota un vacío tremendo».
Pero confesa también que «cuando viajamos con los chicos de nuestro grupo de fe buscamos siempre la Eucaristía y hacemos la visita, es lo primero que hacemos. La Eucaristía es fundamental, también por eso me molesta mucho que se cobre la entrada en algunas iglesias. Si dudara por un momento de la presencia de Cristo en la Eucaristía hace tiempo que habría colgado los hábitos. Con todo esto que ha pasado estoy muy afectado, es muy triste».
El cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, llamó al párroco este lunes por la tarde y este viernes 13 de julio a las 20 horas celebrará un acto de desagravio en el templo. «Me emocionó mucho que me llamara y se interesara por este pueblecito perdido entre las montañas, con todo el lío que tiene», dice el párroco.