«Tu madre fue valiente. Tú no»: La respuesta del cura a quien pintó «Aborto libre» en su parroquia
Hace unos días, la parroquia San Miguel Arcángel y Santa Rita, en una periferia al sur de Milán, amaneció con una pintada en la que se leía Aborto libre (también por María). El párroco, Andrea Bellò, ha escrito una carta en Facebook al autor de la pintada
«Querido escritor anónimo de paredes:
Lamento que no hayas sabido tomar ejemplo de tu madre. Ella tuvo valor. Te ha concebido, llevó adelante el embarazo y te dio a luz. Podía haberte abortado. Pero no lo hizo. Te crió, te alimentó, te lavó y te vistió. Y ahora tienes una vida y una libertad. Una libertad que estás usando para decirnos que sería mejor que personas como tú no deberían existir en este mundo. Lo siento pero no estoy de acuerdo. Admiro mucho a tu madre porque ella fue valiente. Y sigue siendo ahora, porque, como cualquier mamá, está orgullosa de ti, incluso si te portas mal, porque sabe que dentro de ti hay algo bueno que solo tiene que ser capaz de salir.
El aborto es el sinsentido de todo. Es la muerte que gana contra la vida. Es el miedo que gana en un corazón que quiere luchar y vivir, no morir. Es elegir quién tiene derecho a vivir y quién no, como si fuera un derecho simple. Es una ideología que gana sobre una humanidad a la que se quiere quitar la esperanza. Toda Esperanza. Admiro a todas esas mujeres que aunque tienen mil dificultades tienen el coraje de seguir adelante. Tú, evidentemente, coraje no tienes, porque te mantienes en el anonimato.
Ya que estamos también quiero decirte que nuestro barrio tiene ya muchos problemas y no necesitamos gente que ensucia las paredes y que arruina lo poco de bueno que nos queda. ¿Quieres demostrar que eres valiente? Mejora el mundo en vez de destruirlo. Ama en lugar de odiar. Ayuda a quien sufre a soportar su pena. ¡Y da la vida, en vez de quitarla! ¡Así hacen los verdaderos valientes! Por suerte nuestro barrio, que tú destruyes, está lleno de gente valiente. Que sabe amarte a ti también, tú que no sabes siquiera lo que escribes».
Don Andrea