8 siglos después aún hay cautivos y perseguidos - Alfa y Omega

8 siglos después aún hay cautivos y perseguidos

Un documental producido por la Orden Trinitaria narra las tribulaciones de cristianos represaliados por Boko Haram, las milicias sirias o Narendra Modi

Rodrigo Moreno Quicios
Boko Haram ha realizado más de 1.600 secuestros de menores en los últimos diez años
Boko Haram ha realizado más de 1.600 secuestros de menores en los últimos diez años. Foto: Solidaridad Internacional Trinitaria.

«Hemos querido documentar, en vez de dónde está nuestra orden, las historias de los protagonistas, de los cristianos perseguidos. Ellos hablan, explican su situación y muestran cómo viven». Así lo revela a Alfa y Omega Antonio Aurelio Fernández, vicario general de la Orden Trinitaria y uno de los principales impulsores de 8 siglos después, un documental sobre los cristianos que se juegan la vida por el solo hecho de serlo en India, Siria o Nigeria. El filme se presentó el pasado martes en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza con la presencia de, aparte de Fernández, su director, Alfredo Torrescalles; el provincial, Pedro Aliaga, y la periodista Ana Rosa Quintana.

En este largometraje, María, una chica nigeriana secuestrada por Boko Haram cuando solo tenía 7 años y que permaneció retenida hasta los 16, cuenta que «dijeron que me iban a casar. Me negué porque no quería que me obligaran y busqué la manera de escapar». Y añade que «escapamos de allí 15 chicas. Algunas perdieron la vida por el camino por la explosión de una bomba; así es cómo murió mi hermana pequeña».

El obispo caldeo Antoine Audo es uno de los principales colaboradores de los trinitarios en Siria
El obispo caldeo Antoine Audo es uno de los principales colaboradores de los trinitarios en Siria. Foto: Solidaridad Internacional Trinitaria.

Antonio Aurelio Fernández detalla que algunas de las cautivas «han llegado a centros que son proyectos nuestros a través de la diócesis de Maiduguri». No en vano, el trabajo con ellos es su carisma desde 1198. Allí, los religiosos y otros colaboradores laicos las ayudan a recomponerse porque «psicológicamente están destrozadas por la violencia que han sufrido». En estas instalaciones «les damos formaciones y viven como refugiadas hasta que logran volver a su zona».

En Siria, el obispo caldeo Antoine Audo narra cómo el país está «acostumbrado a que cristianos y musulmanes vivan juntos». Los cristianos «han hecho muchas contribuciones a nivel político y cultural». Por tanto, a su juicio, «no hay un odio generalizado hacia ellos», pero sí se los ha intentado eliminar porque «si rompemos la estructura cristiana de Siria, es como dar un golpe de gracia para destruir una sociedad». De acuerdo con su diagnóstico, las milicias yihadistas que los persiguen buscan, en definitiva, «dividir el país y hacerlo añicos» para controlarlo más fácilmente.

El nacionalismo indio es especialmente violento en los pueblos del norte
El nacionalismo indio es especialmente violento en los pueblos del norte. Foto: Solidaridad Internacional Trinitaria.

En este contexto, tal y como explica Fernández —quien también es presidente de Solidaridad Internacional Trinitaria—, «hemos financiado todas las escuelas cristianas en Alepo y abordamos las necesidades básicas de las familias». Entre sus logros más tangibles, «hemos construido una casa en Malula, una ciudad cristiana donde aún se habla arameo por la calle». Algo que le emociona especialmente no solo porque permite proteger a una minoría, sino que también mantiene viva la lengua de Jesús».

Sacrificar cristianos por votos

Finalmente, en la India, el tercer país visitado en esta cinta, Huten Remoj Dominic, un desplazado cristiano de Manipur, recuerda cómo el 5 de mayo de 2023  «por la noche, cerca de mi casa» en Imfal «hubo un ataque con bombas». «Las casas ardían, la gente gritaba como loca y huía», añade. Sin embargo, los meitei, la etnia que prendió fuego a la ciudad de Imfal y sus escuelas católicas, siguió persiguiéndolos. Es una práctica que no está aislada y que, según Fernández, «está apoyada por el Gobierno, que es hindú ortodoxo y cada vez está imponiendo más leyes». Según su diagnóstico, el primer ministro, Narendra Modi, ha decidido que «como los cristianos son una minoría y no influyen en el voto», puede sacrificarlos para ganarse la simpatía de otros radicales. Una dinámica represiva que, para ser revertida, necesitará de la presión internacional y el compromiso de todos.