65 años de la Vigilia de la Inmaculada. La Iglesia nos necesita - Alfa y Omega

65 años de la Vigilia de la Inmaculada. La Iglesia nos necesita

Mañana se celebra en Madrid y en todas las diócesis de España, así como en muchos países de Hispanoamérica y de Europa, la tradicional Vigilia de la Inmaculada, en la solemnidad de la Inmaculada Concepción de Santa María Virgen. Desde hace 65 años, esta celebración siempre se ha caracterizado por la gran afluencia de fieles, especialmente jóvenes y familias

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Vigilia de la Inmaculada, en la catedral de la Almudena, el año pasado.

Desde hace 65 años, miles de madrileños salen de su casa por la noche enfrentándose a los primeros rigores del invierno de diciembre; su destino: la Vigilia de la Inmaculada. Y es que mañana, 7 de diciembre, a las 21 horas, se celebrará una vez más la tradicional Vigilia de la Inmaculada en todas las diócesis de España y diversos países de Hispanoamérica.

En la archidiócesis de Madrid, se celebrarán solemnemente tres Vigilias: en la catedral de la Almudena, presidida por el cardenal arzobispo, don Antonio María Rouco; en la basílica de la Merced (calle General Moscardó, 23), presidida por el obispo auxiliar monseñor César Franco, en la que intervendrá don Fernando Giménez Barriocanal, presidente de COPE y de Canal 13TV; y en el santuario de María Auxiliadora (Ronda de Atocha, 25), presidida por el obispo auxiliar monseñor Juan Antonio Martínez Camino, en la que intervendrá don Benigno Blanco, Presidente del Foro Español de la Familia.

Se cumplen 65 años de una celebración que ya se puede considerar como tradicional en la diócesis de Madrid, desde que, en 1947, el padre jesuita Tomás Morales impulsara estas Vigilias «en honor a la Virgen, para facilitar el encuentro con Jesucristo y tomar conciencia de nuestra responsabilidad eclesial», explica don Nicolás Arroyo, Presidente de la Comisión organizadora de la Vigilia de la Inmaculada desde hace 49 años. «El objetivo de la Vigilia de la Inmaculada –continúa don Nicolás– es una llamada a la conversión. Se trata de una llamada de la Virgen para que nos encontremos con Dios a través de los sacramentos».

Cartel anunciador de la Vigilia de este año.

La labor de los laicos

La Vigilia de este año lleva por lema Bienaventurada la que ha creído, palabras del saludo de santa Isabel con las que termina Benedicto XVI su Carta apostólica Porta fidei, una clara alusión al Año de la fe convocado por el Papa. «Con esta Vigilia –señala don Nicolás Arroyo–, pretendemos hacer una súplica a la Virgen, para que nos alcance la fe. Si Cristo nos ha dicho que, si tuviéramos fe, moveríamos montañas, vamos entonces a pedirla, con humildad y confianza, para cambiar el mundo y solucionar toda esta crisis universal de valores religiosos, morales y económicos que padecemos».

De igual modo que la labor apostólica de la Iglesia nació, en Pentecostés, con todos los apóstoles reunidos rezando junto a María, el empeño de evangelización que está impulsando el Papa Benedicto XVI no se puede iniciar sin oración. «Principalmente, es una llamada personal de la Virgen, nuestra Madre, a todos y cada uno de nosotros, y es muy difícil resistirse a la voz de la Madre», afirma don Nicolás. Y prosigue: «Los laicos nos vamos dando cuenta de que la Iglesia, de la que somos parte activa, nos necesita, y que la llamada a la evangelización de los últimos Papas, en gran parte, depende de nosotros».

Se espera que el Papa Benedicto XVI envíe su tradicional Mensaje y Bendición apostólica para los asistentes y organizadores. Es de destacar que éstos últimos solicitan las oraciones y sacrificios de cerca de 700 conventos de almas contemplativas de toda España, para que se consiga el mejor fruto de estas Vigilias. Más información: www.vigiliadelainmaculada.org.