55 muertos en los enfrentamientos étnicos y religiosos de Manipur (India)
El grupo étnico mayoritario, compuesto por hindúes y musulmanes, quiere los mismos derechos que las minorías tribales cristianas
Al menos 55 personas han muerto desde que la semana pasada estalló la violencia entre miembros de la tribu meitei y otros grupos étnicos en Manipur, en el extremo oriental de la India. Otras 260 han sido hospitalizadas, sobre todo con heridas de bala. Las autoridades desplegaron al Ejército y decretaron un toque de queda con orden de disparar si era necesario. También se cortó el acceso a internet.
Un portavoz del Ejército declaró a CNN el domingo que había rescatado a un total de 23.000 civiles y los había trasladado a bases militares. Añadió que había un «rayo de esperanza» y una tregua en los combates debido a las labores de rescate. Los militares habían estado «trabajando incansablemente durante las últimas 96 horas para rescatar a civiles de todas las comunidades, frenar la violencia y restablecer la normalidad».
La protesta tuvo su origen en una decisión del Tribunal Superior de Manipur, que instó el pasado 20 de abril al Gobierno estatal a considerar la inclusión de la tribu meitei en su lista de castas registradas. Esto permitiría a sus miembros, que habitan en las tierras bajas, acceder a mayores recursos, permisos para cultivar en zonas forestales, préstamos a bajo interés y cuotas en los puestos de trabajo. Los meiten representan a más del 50 % de la población del estado. El comité que promueve este cambio asegura que desean proteger sus tierras, cultura e identidad, «amenazadas por la inmigración ilegal desde Myanmar», país con el que comparten frontera, y desde Bangladés.
Sin embargo, el resto de grupos tribales del estado criticaban que concederles el estatus especial anularía las ventajas que aporta a las comunidades verdaderamente minoritarias. Aseguraban que los meitei llevan tiempo con este propósito, y que apelar a la inmigración es una excusa para apoderarse de las tierras montañosas donde ellos han vivido desde hace siglos.
50 iglesias atacadas
Por ello, organizaron protestas que aumentaron en número e intensidad, hasta que la semana pasada estalló la violencia en el distrito de Churachandpur. «Han quemado muchas casas, han destrozado todas nuestras iglesias, algunas han sido incendiadas. Apenas pude escapar, la turba ya estaba en la casa. Trepé por la valla hasta la casa de los vecinos. Solo vine con el maletín de mi computadora portátil a este campamento. No tengo nada», declaró un joven líder tribal en Imphal, la capital estatal, a la cadena CNN.
El conflicto, a pesar de ser étnico, tiene implicaciones religiosas. «Los grupos tribales son en un 90 % cristianos, y los meitei son en un 90 % hindúes o musulmanes», explicó a AsiaNews George Pallipparambil, obispo de Miao, en el estado de Arunachal Pradesh, en la misma región. Solo entre el miércoles y el jueves pasado, «más de 50 iglesias han sufrido actos de vandalismo», explicó a UCA News el pastor baptista Zuankamang Daimai, que vive en la capital del estado, Imphal.
Durante los enfrentamientos, una turba detuvo a un grupo de jesuitas y seminaristas que volvían a su comunidad en Moirang, recoge AsiaNews. Visiblemente borrachos, algunos los obligaron a salir del coche y le prendieron fuego. También hirieron a uno de ellos en la cabeza. Otros, al darse cuenta de que eran sacerdotes, se disculparon y los trasladaron en su vehículo.
«Parece haber una serie de ataques muy sistemáticos y bien planeados. La ejecución es casi clínica y conocen exactamente las casas donde residen personas de comunidades tribales», aseguró el líder tribal al que entrevistó CNN. «Hubo muchas muertes. Una madre y su hijo se dirigían a un campamento. De camino, una turba se encontró con ellos y golpeó al hijo hasta matarlo. La madre intentaba proteger al hijo, a ella también la mataron».
«Desde que se instauró el toque de queda, los cristianos viven en un miedo constante. Los meitei actúan como si estuvieran por encima de la ley, mientras que los grupos minoritarios están escondidos para proteger su vida», añadía el reverendo Daimai. En 2022, el Foro de Cristianos Unidos de la India denunció que la violencia contra los cristianos se había cuadruplicado desde 2014.