Hallan a 46 migrantes muertos en un camión abandonado en EE. UU.: «Es una escena de matanza»

«He recibido con dolor las noticias de las tragedias de los migrantes en Texas y en Melilla. Oremos juntos por estos hermanos que han muerto mientras perseguían la esperanza de una vida mejor; y para que el Señor nos abra el corazón y estas desgracias no sucedan de nuevo», ha escrito el Papa Francisco en su cuenta personal de Twitter tras conocer la muerte de 37 migrantes en la frontera de Melilla el viernes y otros 46 al sur de Estados Unidos este lunes al intentar entrar en el país.

En este último episodio, los fallecidos ascienden a 46 personas que fueron halladas muertas en el interior de un camión a las afueras de San Antonio, en la frontera entre el estado de Texas y México. Otros 16 migrantes que iban en el mismo camión lograron salvar la vida, entre ellos cuatro menores de edad.

«Señor, primero lo de Uvalde [la masacre en un colegio que acabó con la vida de 21 personas, la mayoría niños], y ahora esto. ¡Ayúdanos! ¡Te necesitamos! Hay tanta gente sufriendo… Dios, Dios, Dios», escribió en una primera impresión en Twitter el arzobispo de la diócesis de San Antonio, Gustavo García-Siller, donde han tenido lugar ambos hechos.

Posteriormente, en un comunicado oficial, el arzobispo de San Antonio, ha pedido oraciones «por las almas de las 46 personas que han muerto de manera cruel e inhumana esta noche, y por los 16 sobrevivientes, doce adultos y cuatro niños, así como por sus familias y por todos los que los socorrieron y que ahora deben llevar consigo los recuerdos de esta escena de matanza».

En línea con la acción espontánea de varios religiosos franciscanos y de algunos vecinos de la zona que se acercaron a rezar al lugar donde fue encontrado el camión, García-Siller ha recordado que «estos hermanos y hermanas son miembros de nuestra familia», y ha pedido al Señor «misericordia y comprensión en este tiempo de prueba y sufrimiento, cuando estamos recordando aún a nuestros amados hermanos en Uvalde».