A medianoche es la hora en la que oficialmente empieza un nuevo día. Sin embargo, es ese momento en el que solemos plantearnos cambios, con la perspectiva de hacerlo mejor, o simplemente de otra forma… mañana.
Nos hacemos preguntas sobre lo que queríamos hacer y lo que en realidad hemos hecho, nos analizamos y hacemos examen de conciencia metiéndonos en nuestra cabeza y en nuestro corazón hasta comprender que, a veces, lo que hacemos no corresponde con lo que desearíamos.
Esto es lo que les ocurre a Bob (Iñaki Font) y Elena (Itzíar Atienza) durante un largo y movido fin de semana en su ciudad, Edimburgo. Dos jóvenes que acaban de cumplir los 35 se encuentran casualmente en un bar. Los dos han empezado el segundo lustro de su treintena metidos, casi sin darse cuenta, en esa crisis de: ¿Y esto es todo?
La noche del viernes, noche mágica de solsticio de verano, noche de San Juan, se atraen y si pensarlo demasiado se acuestan juntos de forma tan desenfrenada… como desesperada y absurda. Sin embargo, algo es diferente, hay algo en ellos que clama por otra vida, por estar con quien se quiere y no con quien se puede o quien se debe. Todo va cuajando poco a poco en forma de casualidades, encuentros, verdades, locuras, palabras, canciones… durante la desenfrenada noche, seguida por un no menos desenfrenado fin de semana. Y de todo ello lo único previsible es el final: aplastantemente romántico.
Esta comedia poética, obra de David Greig y Gordo McIntyre, y adaptada al castellano por Roberto Romei después de su gran éxito en Gran Bretaña, muestra la realidad de muchos jóvenes maduros que viven arrastrados por la corriente de la vida, sin objetivos, pero sobretodo sin espíritu. Vacíos por dentro y por fuera, se sienten solos y tristes, abducidos por la propia vida que les arrastra como un río, cada vez más rápido hacia la cascada… hacia el final.
Nadan solos, no hacen intentos de llegar a la orilla y se preguntan por las ilusiones que tenían cuando empezaron con todo aquello. A veces, una persona se cruza en sus vidas, y es entonces cuando se ven nadando a su lado, cuando descubren que hay «posibilidad de cambio». Por lo que deciden nadar juntos hacia la orilla, o contra la corriente o simplemente seguir los dos juntos, pero abrazados.
Itzíar Atienza e Iñaki Font representan, de forma magistral, esta obra sencilla en su fondo, pero compleja en su forma, con una estructura de alocado movimiento que lleva a los dos actores a representar distintos papeles, a hablar de ellos en tercera persona y a ser ellos mismos… todo prácticamente a la vez. Cantan, juegan y actúan, sobre un escenario gris y sobrio que representa Edimburgo, que sólo se siente capaz de tomar color cuando se contagia de los sentimientos de la pareja.
Teatro cercano y creíble que dice verdades, de tú a tú. Un cuentacuentos mágico de San Juan donde se nos relata y muestra la vida de ese hombre y esa mujer que representan a muchos conocidos, cuando no a nosotros mismos. Conciencia teatral y buenos actores en un escenario clásico como el Maravillas. Sinceramente, no se puede pedir más.
★★★★☆
Calle Manuela Malasaña, 6
Bilbao
ESPECTÁCULO FINALIZADO