La fundadora del Instituto de Hijas de María, Religiosas de las Escuelas Pías nació en 1799 en Arenys de Mar. Sus padres, ambos viudos, se habían vuelto a casar y tuvieron cinco hijos, que se sumaban a los cuatro que aportaba el padre de su primer matrimonio. Al ser de condición humilde, una familia tan numerosa solo podía vivir entre estrecheces; pero profesando una sólida fe cristiana.
En el caso de Paula -que era la mayor- la fe se tradujo, desde que era niña, en una intensa actividad catequética. Fue como un impulso irreversible: en 1829, ya había fundado en Figueres la primera escuela para niñas, que fue seguida de otra en Arenys de Mar. Valoraba especialmente la dignidad de la mujer: de ahí la importancia de su formación. En su localidad natal tomó contacto con los Escolapios, iniciándose una colaboración que culminó con la integración de santa Paula en la red de escuelas fundada por san José de Calasanz.
Santa Paula es, pues, como resalta el Nuevo Año Cristiano (Edibesa), la fundadora de la primera congregación española del siglo XIX, dedicada exclusivamente a la educación integral humano-cristiana femenina con un cuarto voto de enseñanza. Santa Paula, de una excepcional longevidad para la época, murió en 1889 y fue canonizada en 2001 por san Juan Pablo II.