La voz que aún resuena - Alfa y Omega

«Seguro que si / en tus manos estuviese / implantar la paz, / eliminar el hambre, / erradicar la ignorancia, / harías lo imposible / por lograrlo. / Yo te digo que puedes». Miniatura poética del padre Gago, el hombre de paz que surcaba los pasillos de la Cadena COPE. Él es La voz que aún resuena. Lo dice el título del libro recién publicado por Edibesa y también los que trabajaron con él. «Nos enseñó a hacer radio y a caminar por la vida con delicadeza y sensibilidad, pero siempre con una firme convicción en sus principios», aseguró Rafael Ortega, presidente de la asociación que trabaja en el impulso de su causa de beatificación, durante la presentación del libro, en un abarrotado salón de actos de la cadena radiofónica. Y lo más importante, el apóstol de las ondas –como le llaman– «fue un amigo, un padre que siempre nos acogía ante un problema personal», añadió Ortega.

Cuentan los dominicos José Antonio Solórzano Pérez y Salustiano Mateos Gómara, coautores del volumen, que su fructífera actividad periodística nunca le restó un ápice a su vida comunitaria y sacerdotal. «Es fraile dinámico, elegido consejero de la comunidad, colaborando en todas las tareas encomendadas». «Saca tiempo y fuerzas para la oración y de la oración». Y eso que sin él y sin don Bernardo Herráez no se explica la COPE de hoy. Dirigió la emisora entre 1981 y 1983 y fue quien atrajo a las principales estrellas de la radio del momento, Luis del Olmo y Encarna Sánchez.

Pero, aseguran sus amigos, la vida del padre Gago «se comprende mejor desde el final». Superó el dolor de su larga enfermedad «con entereza y entrega, como si de la misma pasión de Cristo se tratara; su expresión vital y religiosa se mantenían incólumes». Sufría sin quejas. Padecía excusándose de las molestias que pudiera ocasionar. «No había un favor que no encontrase un “gracias” con sonrisa».

Era un hombre para el otro. «Sal de ti mismo. / Asómate a la vida de otros hombres. / Hay en la sociedad carencias y problemas / que aunque a ti no te hieran / te afectan por los cuatro puntos cardinales», escribió para el ángelus de la COPE.

En definitiva, un hombre con olor de santidad que cambió la vida de muchos que pasaron por su lado y que ahora trabajan por dar a conocer su figura. Ya lo manifestó el cardenal Blázquez, autor del prólogo, durante la presentación del libro. «Deseo poder asistir a la futura beatificación del padre Gago en el convento San Pablo de Valladolid, donde residió los últimos años de su vida». Si Dios quiere, que así sea.

La voz que aún resuena. José Luis Gago de Val
Autor:

José Antonio Solórzano Pérez y Salustiano Mateos Gómara

Editorial:

Edibesa