20 jóvenes llevan a santo Tomás de Aquino a la Complutense - Alfa y Omega

20 jóvenes llevan a santo Tomás de Aquino a la Complutense

«Hay gente que quiere conocer estos temas» y con la que surge un diálogo fecundo, aseguran los organizadores del Congreso de Pensamiento Católico

María Martínez López
La imagen del Aquinate en los pasillos de la facultad
La imagen del Aquinate en los pasillos de la facultad. Foto: Santiago Rodríguez Grediaga.

Un encuentro académico de cuatro días sobre Santo Tomás de Aquino, maestro de la verdad en un lugar como la Facultad de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid —donde en 2016 se intentó cerrar la capilla— «ha suscitado muchísimo interés, quizá más que otras convocatorias», afirma Santiago Rodríguez Grediaga. Preside la asociación estudiantil San Isidoro de Sevilla, que nació hace nueve años para defender la presencia de la Iglesia en la universidad y agrupa a unos 20 compañeros. Esta es la octava edición de su Congreso de Pensamiento Católico. Ya no tienen problemas para que les permitan organizar actos, aunque «persiste una tensión» por la indiferencia o incomprensión de alumnos y profesores.

Con todo, sus actividades atraen. El congreso «es el acto estrella», asegura Rodríguez. «Hay gente que quiere conocer estos temas, de los que no ha oído hablar en la carrera». De hecho, a raíz del congreso a veces «se han producido conversiones». Otras personas, sin llegar a eso, «valoran el rigor con el que se tratan los temas» y buscan hablar. «No es raro que estos temas interpelen a quien se ha matriculado en esta carrera. En la tradición de Occidente encuentran el asidero que buscan, muchas veces sin saberlo». Tampoco todo el profesorado es hostil: de 40 ponentes ocho son de la casa.

Uno es Rogerio Rovira, catedrático de Metafísica, que aplaude la «gran valentía» de los estudiantes en un contexto contrario y cómo «organizan un congreso a la altura de cualquier otro en cualquier universidad». Para el catedrático la actualidad del Aquinate, en el 800 aniversario de su nacimiento, radica en que «su pensamiento se enraíza en la filosofía clásica. Hizo un comentario a los doce primeros libros de la Metafísica de Aristóteles que es un referente que no se puede uno saltar». Pero también «tiene en cuenta a Platón, a san Agustín; y tiene una serie de principios y argumentos que se pueden poner en relación con corrientes actuales, como la fenomenología».

Ante el Papa

En la Edad Media hubo un «debate muy enconado» por el hecho de que santo Tomás enseñara filosofía clásica, que se pensaba incompatible con la fe. «De hecho se prohibió y tuvo que ir a defender su posición ante el Papa y que él dirimiera la cuestión», afirma Rovira.

La ponencia de Rovira abordará las vías con las que al comienzo de la Suma teológica «intenta demostrar la existencia de Dios por medios estrictamente racionales»; apenas una página preliminar pero con «una riqueza de pensamiento extraordinaria» que integra hasta reflexiones judías y árabes en «una síntesis que es muy luminosa». Este preámbulo de la fe es, para Rodríguez, uno de los aspectos del santo dominico más interesantes para los filósofos por cómo prueba que la relación de esta con la razón es armoniosa. Precisamente es «algo muy productivo para el diálogo».

«También profundiza mucho en la ética aristotélica, que completa» añadiendo las virtudes teologales a las cardinales, abunda Rovira. Y desarrolla una «ética del bien común» con implicaciones políticas. «Hoy no está de moda porque impera el individualismo». Asimismo, «tiene afirmaciones muy finas sobre psicología, las potencias del alma o el conocimiento de uno mismo» de gran interés en un contexto en el que cada vez se da más importancia a la salud mental.