No es verdad 776 - Alfa y Omega

Me cuentan que los periódicos catalanes han publicado que, en un hospital de Cataluña, hay un nuevo asesor que cobrará una nómina de 6.000 euros al mes; se llama Carod Rovira —¿recuerdan?— y es de todos conocido por su deslumbrante currículum médico y sanitario. ¡Por asesores que no quede! Es uno más de los cientos y cientos de inútiles que encuentran chollos vitalicios en empresas públicas convertidas en refugio de los que nunca han dado un palo al agua y en agencias de colocación de amiguetes. El Economista ha publicado que «Prisa pierde 451 millones y Cebrián cobra 8,2 millones en pleno ajuste». Vale, ¿no? En la hora de los ajustes, La Razón, el pasado lunes 5 de marzo, publicaba en portada que las pensiones de los exdiputados nos cuestan este año 2,5 millones de euros, o sea, 416 millones de pesetas; entre los beneficiarios están Carrillo y los socialistas Damborenea, Galeote, Almeida, Acosta, etc. Por ley, los exministros siguen teniendo derecho a unos 4.640 euros brutos durante 24 meses después de salir de su cargo, y la gente de a pie se pregunta, indignada, qué les importa a todos ésos lo del 8,5 de déficit, los 5 —ya para 6— millones de parados, el 65 % de los españoles que llegan a fin de mes con su cuenta a cero o en números rojos, o los 2 millones de familias en las que ninguno de sus miembros cobra nada al mes. ¿Qué les importa a todos ésos que, tras cada cifra, haya un ser humano, con nombres y apellidos, con su dignidad machacada, con familiares a su cargo?… ¡Que se aparten!, como dice El Roto en la viñeta que ilustra este comentario.

Javier Quero ha pintado, en La Gaceta, al matrimonio Zapatero en la cama: ZP se despierta sobresaltado y su esposa le pregunta: ¿Qué pasa ahora? Respuesta: ¡Una pesadilla horrible! ¡Estaba soñando que era el ex Presidente de Islandia!; ya saben ustedes, ese señor al que por gestionar mal la economía del país le pueden caer dos años de cárcel. Ya estoy oyendo al leguleyo, listillo de turno: bueno, pero es que en Islandia hay una Ley que permite exigir responsabilidad penal, además de política. Claro, claro. Y aquí, ¿por qué no la hay, por qué no la proponen y aprueban cuanto antes con efecto retroactivo? O, cuando menos, ¿por qué, mientras no la hay, no dejan de otorgar pensiones vitalicias doradas y medallas de Isabel la Católica y de Carlos III a los responsables de la desastrosa situación que tienen que sufrir millones de españoles?

Ese lince que es Luis María Anson acaba de reiterar, por escrito, que «resulta especialmente preocupante que la opinión pública se centre sólo en el desaguisado económico. Antes o después la crisis se superará. Lo grave de la herencia zapatética no es la economía; es la política»; y habla de Bildu, del País Vasco, de Navarra, de Amaiur, del Estatuto de Cataluña y de lo que, en resumidas cuentas, la crisis económica nos está haciendo dejar en segundo término. Hasta en medios y ambientes que podríamos calificar de insospechables, caen en las trampas del lenguaje; y así, por ejemplo, dicen que las víctimas del terrorismo son los asesinados y sus familiares, y que las víctimas de ETA son los presos. ¿Víctimas los presos? ¿Víctimas de qué y de quién? Caer en esa trampa del lenguaje es tan falta de respeto a las víctimas como convocar una manifestación contra las reformas que está llevando a cabo el Gobierno del PP precisamente el 11M, y tener el cinismo y la desvergüenza de añadir que quiere ser un homenaje a las víctimas. ¿Es que el año no tiene 365 días? ¿Es que acaso, durante los últimos años, en el homenaje de cada año a las víctimas el 11M han aparecido por algún lado los sindicatos, CC. OO. y UGT? ¿Acaso han descubierto de repente que hay víctimas de ETA que merecen un homenaje, aparte de que se les haga justicia?

El inefable Rubalcaba defiende a los cafres de la violencia callejera, y se suma a lo del 11M engolando la voz para proclamar: «Cada uno hace lo que quiere con quien quiere: el PP con la Conferencia Episcopal, y nosotros con los sindicatos. Cada oveja con su pareja». Sería interesante que demostrara dónde y cuándo se ha manifestado la Conferencia Episcopal…

No sería menos interesante que quienes acusan al cardenal de Madrid de censura, lo demostraran. No hay ningún tipo de censura. El Arzobispado de Madrid, respecto al comunicado de HOAC y JOC, de ámbito nacional, ante la reforma laboral, ha querido, simplemente, dejar claro que «nuestra diócesis no se identifica con el contenido de dicho documento, ni se hace responsable del mismo, considerando improcedente su difusión».