«El objetivo del proyecto es unir dos mundos»

Lejos de Portugal, en Croacia, Rut también abre su casa durante el día de Navidad «porque es uno de los gestos más pequeños que podemos hacer por los refugiados». Se suma así a la cuarta edición de Christmas lunch with a refugee, una iniciativa del Servicio Jesuita a Refugiados (SJR) que pretende unir 160 personas entre locales y refugiados para que compartan la comida del 25 de diciembre.

«El objetivo del proyecto es conectar dos mundos, el de los refugiados y el de las familias», valora Tvrtko Barun, director del SJR en Europa del Este. «Esto tiene un gran valor simbólico. Compartir nuestras culturas y hacer nuevos amigos puede ayudar a la integración de los refugiados en la sociedad croata», añade.

Rut está de acuerdo. A su juicio, compartir la mesa «solo es un pequeño paso para demostrar que queremos acogerlos». En su familia, donde todos son cristianos, creen que «si podemos, todos deberíamos hacer algo por quienes están lejos de sus casas». «La mayoría de los croatas somos católicos y la Biblia nos pide que ayudemos al que lo necesita», apunta.

Además, la joven croata considera que este encuentro es una oportunidad «para aprender sobre la valentía y el amor» y estar agradecidos «por lo bendecidos que estamos por no haber tenido que abandonar nuestro hogar en busca de otro nuevo».