¡Feliz Navidad!

«No temáis, os anuncio una Buena Noticia que será de gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor. Y aquí tenéis la señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre» (Lc 2, 10-12). El mensaje del ángel a los pastores resuena hoy de nuevo, 21 siglos después, para trastocar nuestra rutina.

Inmersos en la vorágine de regalos y comilonas, con las calles repletas de adornos, quizá no hayamos aprovechado el Adviento para prepararnos «para acoger no a un personaje de un cuento de hadas, sino al Dios que nos interpela, nos involucra y ante el cual se impone una elección», tal y como explicó el Papa el pasado domingo en la tradicional bendición de figuras de Jesús en San Pedro.

Contemplemos el pesebre y, en el rostro del Niño, como dijo Francisco, veamos «el rostro de nuestros hermanos y hermanas más necesitados, de los pobres que son los privilegiados de este misterio y, a menudo, los que más logran reconocer la presencia de Dios en medio de nosotros». Tengámoslo presente estos días, antes de caer de nuevo en determinados excesos. ¡Feliz Navidad!