Al salir del Muñoz Seca con mi hija le pregunté: «¿Regina qué te ha parecido el espectáculo?». A lo cual me contestó: «Ha sido un chulada mamá, súper bonito…». Creo que con esto podría acabar la crítica. No hay mejor valoración que la de una niña de 13 años. Si ella, nativa del mundo digital, acostumbrada a todo tipo de estímulos audiovisuales e inmersa en ese apasionante pero desconcertante mundo de la adolescencia, donde todo se cuestiona, ha sido cautivada por un espectáculo «tradicional», está claro que éste emociona, y emociona de verdad.
España baila flamenco es una amalgama de sentimientos, pasión y arte que conmueve al espectador. La boda y baile de Luis Alonso, del gran Maestro Gerónimo Giménez y Bellido, abre el espectáculo. A la música imponente de este sevillano ilustre que conquista corazones desde el año 1896, se le une una coreografía magnífica de la bailaora madrileña Sara Lezana.
Grandísimo acierto despertar el apetito del espectador con esta pieza, pues conquista por su fuerza desde el primer instante. Y desde ese inicio hasta el final, todo un recorrido por los estilos y géneros musicales que ha dado nuestra rica cultura española. Bulerías, caracoles, soleares, alegrías, ¡¡¡¡hasta jotas!!!! 90 minutos de espectáculo en donde el público disfruta del arte y la variedad del folklore español, con otros grandes maestros como Albéniz o Falla.
Con música en directo tocada con destreza, buen hacer y un toque de originalidad (a la guitarra, la voz y la caja de música se le une una sugerente flauta travesera que da un toque ecléctico), el elenco de bailarines pueden entregarse sin límites, haciendo que el show no decaiga en ningún momento. Además, el diseño de de luces y la coreografía variada hacen que todo fluya, y los artistas se metan al público en el bolsillo. Se trata de la séptima temporada del espectáculo y ha recorrido ya 10 países mostrando que España, no sólo baila flamenco, como curiosamente reza el título, si no que en su variedad está su valor.
Mención destacada tiene la escuela bolera que posee la compañía. Cuerpo de español y pies de clásico podría ser un torpe resumen de lo que es la escuela bolera para los que no conozcan este estilo, a veces denostado por desconocido. La jota de Aragón que baila el cuerpo de baile al completo es tan emocionante que dan ganas de subir al escenario a bailar con ellos, y la mezcla del estilo flamenco más purista, con otro más innovador y moderno, hacen de España baila flamenco un montaje original e innovador.
De sobrecogedor tildaría El garrotín que baila uno de los primeras figuras de la compañía. Casi 15 minutos del mejor zapateado. Un derroche de genio y arte en el que yo llamaría el Van Gogh del flamenco actual. Otro capítulo interesante es el del vestuario muy original y trabajado. Varias de las piezas son bailadas con bata de cola. No sé si el lector puede llegar a imaginarse lo difícil que es bailar con bata de cola. Más todavía cuando en el escenario -bien pequeño el del Muñoz Seca– hay hasta ocho bailarinas al mismo tiempo. La coordinación y el control no solo del cuerpo, si no también de la cola es total.
Está claro que la buena música, unida a unos grandes artistas, no tiene edad ni fronteras.
★★★☆☆
Teatro Muñoz Seca
Plaza del Carmen, 1
Callao
ESPECTÁCULO FINALIZADO