«La oración contemplativa es la respuesta a la espiritualidad sin Dios» - Alfa y Omega

«La oración contemplativa es la respuesta a la espiritualidad sin Dios»

Se celebra en Madrid la II Jornada de Contemplación, un modo de dar a conocer la oración contemplativa. «En nuestra tradición cristiana tenemos un tesoro que no estamos ofreciendo», afirma su organizador

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Foto: Freepik.

«Por fin he encontrado el eslabón entre meditación y cristianismo», dijo una joven a Luis Castañeda hace unos años cuando conoció el camino de la contemplación cristiana, la oración en silencio y en quietud de la que cada vez beben más personas en España. Castañeda es el organizador de la II Jornada de Contemplación que tiene lugar el sábado en Madrid, una iniciativa que repite después del éxito de la celebrada el año pasado.

«Se inscribieron 150 personas y al final tuvimos que cerrar la inscripción por haber completado el aforo», afirma. Su objetivo es «dar a conocer la oración contemplativa», en un contexto en el que «hay foros de espiritualidad muy difundidos en nuestra sociedad, pero en los que no está Dios», dice Castañeda. Para él, «la espiritualidad sin un más allá no tiene sentido».

En su opinión, «la Iglesia no está dando respuesta a la búsqueda de tantas personas que buscan la razón de su vida». Menciona el yoga, el zen o el mindfulness como un terreno que «la Iglesia tiene que evangelizar». Además, «en nuestra tradición cristiana tenemos un tesoro que no estamos dando a conocer. Los que oramos de esta manera no somos raritos ni orientalistas, sino que bebemos de nuestra propia tradición. La oración contemplativa es la respuesta a la espiritualidad sin Dios».

Un momento de la jornada de oración contemplativa del año pasado
Un momento de la jornada de oración contemplativa del año pasado. Foto: Luis Castañeda.

Con todo, el camino de la oración contemplativa en la vida cotidiana «necesita de un maestro, de un guía espiritual». Eso «es algo que echo de menos en la Iglesia, porque no es fácil encontrar alguien que vibre en esta onda, que no tiene por qué ser necesariamente un sacerdote», señala Castañeda. Con eso se evitarían «riesgos que se pueden dar por falta de acompañantes preparados».

El lema de la jornada de este año es Todos somos uno, y responde al hecho de que «al final, aunque vengamos de tradiciones contemplativas distintas, todos estamos reunidos en oración alrededor de Jesús». De este modo se cumple aquella profecía de Karl Rahner, la de que «el cristiano del siglo XXI será místico o no será». «Hay algo que está despertando en la Iglesia —apostilla Castañeda— y que no ha tocado techo. En realidad, aunque esta forma de orar y relacionarse con Jesucristo es muy antigua, está empezando a despuntar de nuevo».