La beata Guadalupe Ortiz de Landázuri, nombrada patrona del Colegio de Químicos de Madrid 

«No sé si la elegimos nosotros o fue ella la que nos eligió a nosotros», ríe Iñigo Pérez-Baroja, decano del Colegio de Químicos de Madrid. Esta institución nombra este jueves a la beata Guadalupe Ortiz de Landázuri como patrona. «Nosotros ya teníamos patrono, san Alberto Magno, que lo es también de varias ramas de científicos. Pero nos queríamos diferenciar un poco y para eso hemos elegido a esta mujer excepcional», añade.

Guadalupe Ortiz de Landázuri, nacida en Madrid en 1916 y una de las primeras mujeres universitarias que estudió Química en España, «es un ejemplo de santidad desde la normalidad. Muchos de nosotros nos podemos sentir identificados con ella», afirma el decano de los químicos de la capital. También fue la primera mujer que dirigió una residencia universitaria para mujeres, y cuando fue a México para dedicarse a obras sociales «demostró que era una auténtica emprendedora, en una época en la que la mujer no tenía tanta presencia pública como tiene ahora».

Una de las primeras mujeres del Opus Dei, Guadalupe destacó por una profesionalidad ejemplar, «porque el amor a la química siempre le acompañó, era una apasionada de su disciplina», señala Iñigo Pérez-Baroja. En su faceta docente, «sus alumnos la describían como una magnífica divulgadora porque no solo enseño conocimientos, sino que transmitía la pasión que tenía por su labor». Por todo ello, «para la sociedad en general y los químicos en particular tiene mucho que decirnos por cómo unió en su vida trabajo y vocación», concluye.