José Cobo invita a devolver a «nuestra vieja Europa» la «cartografía del Evangelio» - Alfa y Omega

José Cobo invita a devolver a «nuestra vieja Europa» la «cartografía del Evangelio»

En una Misa en la catedral de la Almudena junto a los secretarios de las Conferencias Episcopales de Europa, las ha reivindicado como «instrumento de comunión»

Rodrigo Moreno Quicios
El arzobispo de Madrid, José Cobo, en una de las capillas laterales de la catedral de la Almudena. Foto: Rodrigo Moreno Quicios

«Tenemos grandes desafíos por delante. El primero es anunciar y hacer visible al Dios que se revela en Jesucristo en un mundo que mira a otro lado y pretende privatizar su experiencia», ha dicho el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, en su homilía este 17 de junio durante una celebración eucarística en la catedral de la Almudena junto a los secretarios de las Conferencias Episcopales de Europa a su paso por la capital para su reunión anual. Entre otras autoridades han estado presentes Gintaras Grusas, su presidente, y Martin Michalíček, secretario general del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa.

En una de las capillas laterales del templo y bajo los pies de la patrona de la villa, la Virgen de la Almudena, el cardenal Cobo ha señalado a los representantes de la Iglesia en Europa que, en un «mundo envuelto en divisiones, confrontación, pérdida de brújula, crispación y guerra», un mundo en el que «la polarización se va consolidando y lleva al enfrentamiento y la demonización del que piensa diferente, llevando a la confrontación entre todo tipo de grupos sociales», podemos «aportar la buena noticia del Evangelio». El arzobispo madrileño ha recordado a los presentes que «nuestra Europa necesita recuperar el norte del sentido, y, con él, la alegría y las ganas de vivir y dar vida». Y para ello necesitamos volver «a presentar con pasión la cartografía que solo aporta el Evangelio» y que consiste, según la exhortación apostólica Evangelii gaudium, en «la dulce y confortadora alegría de evangelizar».

Según el arzobispo, «en esta cartografía existen hitos y señales importantes que nos dan esperanza», empezando por «la propuesta de fraternidad del Papa Francisco». Ha pronosticado que esta invitación «será capaz de ponernos ante el reto de parar todas las guerras de locura y de malicia» y ayudará a las conferencias episcopales a realizar su trabajo como «una auténtica misión que necesita ser vivida desde el alma del amor entre los hermanos».

En ese sentido, ha recordado a los secretarios de las Conferencias Episcopales de Europa su llamada a «permanecer juntos, sirviéndonos de nuestras conferencias episcopales y de la Comisión de las Conferencias Episcopales Europeas como instrumentos de afecto colegial». Y, aunque estos entes «no sustituyen el gobierno pastoral de cada obispo», sí ha reivindicado que «constituyen un instrumento de comunión».

Asimismo, ha destacado en sus palabras los objetivos comunes en la Iglesia continental, como la importancia «del cuidado de la casa común desde una ecología integral que apuesta por la vida, vela por la naturaleza y se preocupa por la familia». También «la urgencia de una acogida integral a los migrantes para quienes la solidaridad europea es la última de sus oportunidades». Y la «apremiante necesidad de escucha a tantos jóvenes y mayores, solos y desconcertados, en nuestras sociedades desvinculadas».

Algunos de los secretarios de las Conferencias Episcopales de Europa. Foto: Rodrigo Moreno Quicios

El arzobispo de Madrid ha lamentado cómo «a poco que miremos descubrimos la dificultad». Acontece en nuestra sociedad, «donde resulta fácil levantar muros y trazar líneas rojas para excluirnos y aislarnos los unos de los otros», ha lamentado el purpurado. E incluso «en nuestra Iglesia, donde, a menudo, estamos lejos de vivir la fraternidad que anunciamos y a la que nos llama Jesús». Ha advertido de que muchas veces «podemos ser cumplidores, pero el corazón no acaba de estar convertido ni reconciliado».

Finalmente, ha deseado a todos «que la Virgen de la Almudena acompañe vuestra inmensa tarea en favor de la evangelización, la sinodalidad y la comunión de nuestro querido continente desde el corazón y la acogida cordial del Evangelio que se nos entrega».