Zuppi se reúne con el metropolita Antonij, del Patriarcado de Moscú
Ambos han acordado «centrarse en la resolución de las cuestiones humanitarias». Entre las misiones encomendadas por el Papa a Zuppi está promover el regreso de niños deportados. Seguirán «manteniendo contactos»
El enviado especial del Papa, el cardenal Matteo Zuppi, prosigue con su visita a Moscú, de carácter eminentemente humanitario, tal y como confirmó el Vaticano. Tras reunirse con el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, en una reunión de alto nivel sin precedentes —cuando viajó a Rusia en junio del 2023 no pudo hablar con ningún alto cargo del Kremlin— ha protagonizado un importante encuentro en el Departamento para las Relaciones Eclesiásticas Exteriores (DECR, por sus siglas en inglés) del Patriarcado de Moscú. Allí se ha reunido con su responsable, Antonij, el metropolita de Volokolamsk. No se sabe si Zuppi podrá conversar también con el patriarca Cirilo de Moscú, con quien sí pudo reunirse hace 16 meses. Entones dominaba cierto contexto de tensión después de que el Patriarcado de Moscú hubiese congelado las relaciones con el Vaticano tras la petición del Papa de que no se transformara en el «monaguillo de Putin».
Según ha explicado el Patriarcado de Moscú en un comunicado tras la reunión, Antonij y el presidente de los obispos italianos y arzobispo de Bolonia han acordado «centrarse en la resolución de las cuestiones humanitarias» y «seguir manteniendo contactos». Este encuentro fue precedido por la visita que realizó el responsable del Departamento de Relaciones Eclesiásticas Exteriores del Patriarcado de Moscú al Papa en el Vaticano el pasado 12 de julio de la que no trascendieron detalles.
En la reunión también estuvieron presentes el nuncio apostólico en Rusia, monseñor Giovanni D’Agnello; además del vicepresidente del DECR, el archimandrita Filaret (Bulekov), y el arcipreste Igor Yakimchuk. «Durante la conversación», reza el comunicado, «las partes discutieron los problemas humanitarios relacionados con el conflicto en Ucrania, así como otras cuestiones de interés mutuo».
En todo caso, no se ha especificado si sobre la mesa estuvo la reciente aprobación en Ucrania de una ley que allana el camino para prohibir la Iglesia ortodoxa ucraniana, vinculada a Moscú hasta mayo de 2022. El Gobierno se escuda en la negativa de esta última a condenar inequívocamente la invasión y a cortar lazos con Rusia. La ley, aunque no prohíbe explícitamente a la Iglesia, estableció un mecanismo para garantizar que cualquier organización religiosa con amplia comunicación o lealtad a la Iglesia ortodoxa rusa tendrá que cortar esos lazos en un plazo de unos nueve meses o cesar su actividad.
Lo que sí que se sabe es que entre las misiones encomendadas por el Papa a Zuppi está la cuestión de los niños ucranianos deportados a la fuerza a territorio ruso. Tal y como señaló el Vaticano el cardenal italiano ha viajado a Moscú precisamente «para evaluar los nuevos esfuerzos para facilitar la reunificación familiar de los niños ucranianos y el intercambio de prisioneros, con vistas a alcanzar la tan esperada paz».