Zuppi abordará con Biden en Washington la repatriación de niños ucranianos
Vladimir Putin se enfrenta a acusaciones de crímenes de guerra por estos desplazamientos forzosos y el arzobispo de Bolonia ya trató las deportaciones con la comisaria rusa de Derechos del Niño durante su visita a Moscú
En su visita de tres días a Washington, el cardenal italiano Matteo Zuppi se reunirá con el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, para «centrarse en la repatriación de niños ucranianos deportados por la fuerza por parte de oficiales rusos», afirmó el pasado lunes la Casa Blanca en un comunicado del que se hace eco Reuters.
Según cifras del gobierno de Kiev, unos 20.000 niños han sido desplazados sin su consentimiento a Rusia o a la ocupada Crimea desde febrero de 2022. De hecho, la Corte Penal Internacional ha emitido ya una orden de arresto contra Vladimir Putin, acusado de crímenes de guerra por estas acciones. La Comisaria de la presidencia rusa para los Derechos del Niño, María Lvova-Belova, con quien el arzobispo de Bolonia se reunió en Moscú, también está acusada de «ser presuntamente responsable de la deportación ilegal de la población (niños) y transferencia ilegal de la población de los territorios ocupados de Ucrania a la Federación de Rusia».
Hace un mes, Ucrania presentó cargos similares contra un político ruso y dos colaboradores suyos ucranianos. En este caso se les acusaba de la deportación de huérfanos de la zona de Jersón.
Estos episodios han sido condenados reiteradamente por la embajada de Ucrania ante la Santa Sede. Cuando se cumplió el primer año de la invasión, llevó a Roma una delegación de parlamentarios para reunirse con el Papa y mostrarles su preocupación por este tema. Denunciaban que a los niños se los había alejado de sus familias, que estaban confinados en campos de recreo y que se les hacía renegar de sus costumbres, por ejemplo, obligándoles a cantar el himno ruso. «Tenemos pruebas de que sufren violencia psicológica y se les lava el cerebro con propaganda rusa. Estamos trabajando para liberarlos», sostenía en febrero el diputado Rostyslav Tistyk.
De momento, el motivo que ha usado siempre Rusia para justificar estos desplazamientos forzosos es que los hace por la seguridad de los niños. La cifra que dan es mucho mayor que la ucraniana y, según Grigori Karasin, miembro destacado del Consejo de la Federación de Rusia, han llevado a unos 700.000 niños ucranianos desde zonas de conflicto en Ucrania a territorio ruso.