Vuelven los retiros de Emaús coincidiendo con la muerte de su fundadora
Se retoma la celebración de estos retiros, suspendidos por la pandemia, con la triste noticia del fallecimiento de Myrna Gallagher
Así anunciaba en su web la semana pasada la parroquia de St. John Neumann, de Miami, el fallecimiento de una de sus feligresas más ilustres, Myrna Gallagher, fundadora de los retiros de Emaús: «Con una gran tristeza anunciamos el fallecimiento de nuestra querida Myrna Gallagher. Hoy ella esta viendo realmente al Señor cara a cara, cantando Aleluya ante el Señor resucitado. Ella está ahora escuchando: “Bien, servidor bueno y fiel, entra en el gozo de tu Señor”».
Desde hace algunos años, Gallagher vivía en un hogar para ancianos, sostenida por la oración y la ayuda de numerosos hermanos y hermanas de Emaús, donde a todas sus visitas las recibía con el lema de los retiros: «Jesucristo ha resucitado, en verdad ha resucitado», y ofrecía las molestias de su vejez por los caminantes y servidores.
«Emaús te ayudará y te dará esperanza. Te llevará a hacer cosas por ti, por tu familia, por la Iglesia y por tu país, empezando por la familia, porque con la familia comienza todo», decía en uno de sus últimos mensajes. «Recordad que es Su retiro, no el nuestro. Jesús fue el que hizo el primer camino de Emaús, Él es el verdaderamente importante. Tan solo dejad que Dios os hable», decía en otro.
El primer retiro de Emaús tuvo lugar en Miami en 1978, conducido por un equipo de mujeres laicas de la parroquia de St. Louis y coordinado por el padre David G. Russell, quien vio entonces la necesidad de crear un retiro parroquial de mujeres y para mujeres, encargando su organización a la entonces responsable de catequesis de su parroquia, Myrna Gallagher.
Desde aquel primer retiro, han sido miles más lo que se han celebrado en multitud de diócesis en todo el mundo. En España llegaron en el año 2009 a la parroquia San Germán, en Madrid, y desde allí se han extendido por todo el país. «Emaús es un retiro de impacto que suscita un encuentro con el Señor como nunca antes lo había sentido alguien», decía recientemente a Alfa y Omega el sacerdote Enrique González, que acogió estos retiros por primera en nuestro país.
Con el confinamiento, el crecimiento exponencial que habían experimentado los retiros de Emaús se detuvo bruscamente, y han pasado varios meses sin que ninguna parroquia pudiera organizar uno. Sin embargo, la situación ha cambiado y ya han celebrado y programado diferentes retiros en ciudades como Madrid, Barcelona o Málaga.
«La idea es celebrar los retiros de siempre pero con todas las medidas sanitarias», explica Gonzalo Fernández, uno de los líderes de Emaús en Madrid. Así, en estas nuevas ediciones, se están realizando test de coronavirus a la entrada, y dentro se crea un grupo burbuja durante todo el fin de semana. La mascarilla es obligatoria y se evita el contacto físico. Solo duerme una persona por habitación, y la comida se sirve de manera individual en un envase precintado. «Todo esto da seguridad y sobre todo tranquilidad a los que se apuntan», dice Gonzalo.
En cualquier caso, «no estamos organizando un Emaús light», añade. «El retiro es el mismo porque estamos en un momento en que esta situación que estamos viviendo le ha suscitado muchos interrogantes a muchas personas. Hay quien ha perdido a un ser querido, o quien se ha quedado sin trabajo, por ejemplo. La gente necesita darle sentido a lo que está pasando, y el retiro de Emaús es una buena herramienta para conseguirlo».