Vuelven las procesiones a Andalucía - Alfa y Omega

Vuelven las procesiones a Andalucía

Los obispos de la Provincia Eclesiástica de Sevilla comunican «la conveniencia de retomar la normalidad del culto externo»

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Procesión con la imagen de la Virgen de la Estrella, el 8 de septiembre. Foto: Ángel Rodríguez

Desde el comienzo de la pandemia, la vuelta al culto público en Andalucía se había realizado hasta la fecha con cuentagotas, con experiencias como las de este sábado, con el traslado de la Virgen de la Victoria, patrona de Málaga, o el jueves pasado, con el Rosario de la aurora con la imagen de la Virgen de la Estrella, en Sevilla.

Estos intentos de recuperar la normalidad en el culto externo en Andalucía, unidas al comunicado emitido en este sentido hace unos días por el obispo de Jaén, han llevado a los obispos de la Provincia Eclesiástica de Sevilla –que engloba las diócesis de Sevilla, Asidonia-Jerez, Cádiz y Ceuta, Canarias, Córdoba, Huelva y Tenerife– a «considerar la conveniencia de retomar la normalidad del culto externo, tal como se ha empezado a hacer de manera puntual en algunos lugares», destacan en un comunicado conjunto.

Para los obispos andaluces, «el curso favorable de la situación sanitaria derivada de la pandemia, con un descenso de contagios y el avance de la vacunación como aspectos más destacados de esta tendencia positiva, nos ha llevado a plantear la actualización de las disposiciones canónicas vigentes en estas diócesis» sobre el culto en lugares públicos, como las procesiones.

No obstante, las diócesis reiteran el llamamiento a los fieles «para que sigan atendiendo las disposiciones y recomendaciones que emanan de las autoridades competentes, un presupuesto que ha resultado fundamental para poder afrontar el regreso a la normalidad en el culto».

Al mismo tiempo, agradecen «la colaboración de los fieles en estos meses en los que el culto interno y externo se ha visto afectado de forma relevante», y dan gracias «a Dios, a quien hemos clamado constantemente, y a su bendita Madre, por escuchar nuestra oración».