Uno de los visitadores de los seminarios españoles, nuevo presidente de los obispos de Uruguay - Alfa y Omega

Uno de los visitadores de los seminarios españoles, nuevo presidente de los obispos de Uruguay

En su Asamblea Ordinaria, la Conferencia Episcopal Uruguaya ha criticado el último intento de despenalizar la eutanasia en el país después de no haberse logrado en 2022

María Martínez López
Foto de familia de parte de los participantes en la asamblea
Foto de familia de parte de los participantes en la asamblea. Foto: CEU.

Uno de los obispos uruguayos que el Papa Francisco envió a tomar el pulso a los seminarios españoles entre enero y marzo de 2023 se acaba de convertir en el nuevo presidente del episcopado uruguayo. Se trata de Milton Tróccoli, obispo de Maldonado-Punta del Este-Minas, que en su día vino a nuestro país en calidad de responsable de Clero y Seminarios de la Conferencia Episcopal Uruguaya. En noviembre pasado fue elegido para presidirla, cargo que acaba de asumir durante la Asamblea Ordinaria que se celebró la semana pasada.

Se da la circunstancia de que quien acompañó a Tróccoli en la visita a los seminarios españoles también estaba, en aquel momento, al frente de los obispos uruguayos. Era Arturo Eduardo Fajardo, que además fue en su día rector del Seminario Interdiocesano Cristo Rey.

Aunque en su momento Fajardo y Tróccoli no concedieron entrevistas, sí subrayaron públicamente que el documento Formar pastores misioneros, versión española de la Ratio fundamentalis —el plan de formación del Vaticano para los seminarios de todo el mundo— «aportaba elementos muy importantes» para abordar el papel clave que en la formación de los futuros sacerdotes juega «la formación humano-afectiva». Ello se debía al «tipo de generaciones que están llegando, por las dificultades que hay, por los problemas que a veces vienen de las familias».

Contra la eutanasia

Durante su encuentro semestral, los obispos uruguayos hicieron pública una declaración en contra del intento de despenalizar la eutanasia en la nación sudamericana. Un proyecto de ley en este sentido fue rechazado por el Senado en 2022 después de obtener el apoyo de la Cámara de Representantes. Ahora, el Partido Colorado y el Frente Amplio han presentado un texto modificado.

En su declaración, los obispos critican que «matar al enfermo no es ético ni siquiera para evitarle el dolor y el sufrimiento, aunque él lo pida expresamente». Advierten de que basar la dignidad de la persona únicamente en su autonomía constituye una visión antropológica reducida. Esta dignidad, subrayan, fluye del solo hecho de ser persona. Por otro lado, alertan de que legalizar esta práctica significaría asumir que algunas vidas puedan perder su valor y abrir la puerta a formas peligrosas de discriminación.

En su mensaje, los obispos también rechazan la obstinación terapéutica, es decir prolongar la vida artificialmente sin beneficios reales para el paciente. Como respuesta ética y humana proponen la medicina paliativa. «Lo propio de ella es cuidar, aliviar y consolar, humanizando el proceso de la muerte de forma profesional, afectuosa y cercana, con el paciente y su familia», aseguran.

Asimismo, indican que la sedación paliativa es una indicación médico-científica y éticamente correcta, ya que no busca anticipar la muerte sino calmar el dolor. Sin embargo, previenen, debe utilizarse bajo control clínico y con el consentimiento informado del paciente o, en caso de incapacidad, de un familiar directo.