Uno de cada cinco católicos en Estados Unidos está amenazado de deportación
Las principales confesiones cristianas del país publican un informe sobre el impacto de la nueva política migratoria en sus comunidades
«Cuando Carlos Sánchez vio llegar a su padre a casa sangrando en su casa y sin poder hablar, sabía que su vida en Venezuela no podía seguir igual. El padre de Carlos había sido secuestrado; las pandillas le quitaron mucho dinero a la familia y amenazaron con más violencia. Así que tomaron una decisión radical y se marcharon de Venezuela». Esta es una de las historias que aparece en el informe Una parte del cuerpo: el impacto potencial de las deportaciones en las familias cristianas estadounidenses.
El estudio ha sido elaborado por el Departamento de Migraciones y Servicio a los Refugiados de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, en colaboración con la Asociación Nacional de Evangélicos, la organización cristiana World Relief y el Centro para el Estudio del Cristianismo Global.
Su texto subraya que aproximadamente uno de cada doce cristianos en Estados Unidos —y uno de cada cinco católicos específicamente— enfrentan el riesgo de deportación o viven en un hogar con alguien que enfrenta esta amenaza.
Entre otros datos, también señala que más de diez millones de inmigrantes cristianos son vulnerables a esta nueva política migratoria, incluidos aquellos con protecciones temporales que podrían ser retiradas. Además, casi siete millones de cristianos que son ciudadanos estadounidenses viven en hogares con alguien que corre riesgo de deportación; y el 80 % de los inmigrantes vulnerables en este sentido se identifican como cristianos: el 61 % son católicos y el 13 % se identifican como cristianos evangélicos.
Por ello, los autores del texto enfatizan la llamada a todos los cristianos a «reconocer y responder» a las consecuencias de las deportaciones «despiadadas», y a adoptar sobre ellas un enfoque «reflexivo y compasivo» que respete «la dignidad divina de cada persona y la santidad de las familias».
Si bien «el respeto al estado de derecho es un principio cristiano importante», añade el texto, «la administración de nuestras leyes debe realizarse de manera que equilibre la justicia, la compasión, la redención y la proporcionalidad».